∞Capítulo 15: "Nuevos sentimientos"∞

—¿Y qué me dices de ti? —preguntó Paul. 

—Bueno, yo viví toda mi vida en la Ciudad de México, realmente no tengo mucha historia —dije.

—¿Cómo? Todos tenemos una historia. 

—Parece que yo no —dije. 

—Debe haber algo que te guste mucho hacer —dijo. 

—Me gusta mucho la música y el dibujo, el arte es mi pasión —sonreí. 

—¿De verdad? —preguntó sorprendido.

—Sí, hace años gané primer lugar en un concurso de dibujo, morí de la emoción cuando escuché mi nombre —sonreí. 

—Debió ser el mejor día de tu vida —sonrió. 

Me sentía muy nerviosa al estar con él en ese momento, sentía mi cuerpo temblar y todo de mí tratando de decir algo, pero simplemente no salía.

Paul era una persona tan sensible y divertida a la vez, sus experiencias eran locas y le encantaba la aventura, se veía en sus ojos y en sus acciones. 

—¿Sabes? Nunca había conocido a una persona con la que me llevaría muy bien en algún verano, incluso jamás pensé que sería para enamorarme —sonrió. 

Su sonrisa era tan tierna y no podía evitar enloquecer en ese momento. 

—¿Tú crees que yo lo pensé en algún momento? —sonreí y solté una pequeña risa. 

—Es que es extraño, desde que te vi no pude sacarte de mi cabeza, te quedaste ahí ese día —dijo. 

—¿En serio? —sonreí. 

—No sé cómo le hiciste, qué me lanzaste, pero no pude sacarte de mi cabeza —dijo. 

—No voy a mentirte, igual no dejé de pensar en ti, era extraño y bonito a la vez —sonreí. 

—No dije nada porque no quería parecer un desesperado o que solo jugaría con tus sentimientos —explicó. 

—Me interesaste demasiado, te me hiciste un chico muy lindo y genial, pero estaba pasando por un momento difícil —dije con seriedad. 

—¿Quieres contarme? —preguntó. 

No estaba segura si contarle de Alex, no quería incomodar la situación que teníamos, nos habíamos declarado y no quería arruinar el momento. 

—No sé, no es algo bonito —dije con inseguridad. 

—Si no quieres contarme, no te preocupes —sonrió. 

—Alex, mi anterior pareja, me fue infiel —dije con disgusto. 

Él se quedó callado y comprendí su silencio, quería que le dijera más. 

—No me gusta mucho hablar de él, es algo que me molesta porque jamás habían hecho eso conmigo, sinceramente fue mi primer novio y que me hiciera eso fue horrible —dije mientras miraba el río. 

—No sé cómo es eso de las relaciones, jamás he tenido novia, siempre he estado en este lugar y ni tiempo me ha dado de conocer a nadie que me haga sentir esto.

—Yo estaba como tú, hasta que llegó Alex, sentí algo diferente, hasta que lo vi con otra chica —dije. 

—Me imagino —dijo. 

Solo podía concentrarme en una persona en ese momento, en Paul y no en otra persona.

—Leila —dijo. 

Lo miré y me derretí, sus ojos me miraban fijamente y no podía ver otra cosa, solo a él y los nuevos sentimientos que se manifestaban. 

—Tienes una sonrisa perfecta, unos ojos increíbles, un rostro increíble de admirar —dijo. 

Sus dedos recorrían cada parte de mi rostro, desde mi barbilla, labios, mejillas, hasta mi frente. 

—Estoy muy feliz de que seas tú la persona que quiero mucho, nunca pensé que este verano sería de mucho amor y de encuentros inesperados —dijo. 

Sentía un nudo en la garganta que me impedía hablar, solo quería seguir viendo sus ojos y perderme en ellos. 

—No tengo dudas, suposiciones y mucho menos inseguridades —dijo. 

Se acercaba más a mí y yo no podía moverme. 

—Estoy comenzando a sentir más cosas por ti —dijo. 

Solo le faltaban unos pocos centímetros para que nuestros labios se unieran. 

—Cosas que jamás imaginé sentir por alguien, como si fuera una necesidad o una desesperación —dijo. 

Nuestros labios estaban casi rozándose. 

—Me estoy enamorando de ti —sonrió. 

Y entonces sus labios chocaron con los míos y me di cuenta de muchas cosas en ese beso, algo que jamás se iría de mi cabeza y que se quedaría en mi corazón siempre. Las oportunidades de amar llegan, pero solo uno sabrá si querer tomarla o dejarla ir para siempre.