∞Capítulo 21: "¿Quieres intentarlo?"∞

Mi blog 0Nos separamos del beso y nos miramos con demasiado amor, realmente no podía pedir más porque en ese momento ya tenía todo. Paul me hacía sentir tantas cosas hermosas, me hacía sonreír, me hacía suspirar, me hacía emocionarme, me hacía sentir todo el amor del mundo al estar a mi lado. Ya no me importaba nada, solo estar con él y amarlo cada día más. 

—¿Cómo le hiciste? —pregunté. 

—La verdad no fue fácil porque tuve que contarle todo a mi papá, lo bueno es que planeó muy bien la jugada y me apoyó en esto —contó. 

—De verdad me sorprendiste —sonreí. 

—No pensé que te quedarías, no sé, pensé que te irías al verme —dijo. 

—No quería irme, sinceramente ya no me importa todo lo demás, ahora solo esto —sonreí. 

—A mí también —sonrió. 

Era increíble todo lo que mis ojos veían esa noche, no solo por el lugar y su decoración, sino porque tenía en frente a un chico tan lindo por dentro y por fuera, tenía en frente a alguien que me estaba enseñando a ver la vida de una manera diferente, a ver las cosas de una manera más linda. 

—Preparé muchas cosas para esta noche —dijo. 

—¿De verdad? —sonreí y solté una pequeña risa. 

—Amo cuando haces eso —sonrió. 

—¿Hacer qué? —pregunté.

—Cuando te ríes así, es hermoso —dijo. 

—Pero es una risa normal —reí. 

—No me importa, me gusta —sonrió. 

Yo volví a reír. 

—¿Qué preparaste? —pregunté con curiosidad. 

—Una cena magnífica y muchas sorpresas más —dijo. 

—¿Lo hiciste todo tú? —pregunté sorprendida. 

—Sí, mi papá estaba ocupado con lo del viaje inesperado, así que tuve que hacer todo solo —contó. 

—Ahora si estoy sorprendida al cien. 

—Es que no solo quería pedirte perdón con una simple noche, también quería decirte tantas cosas que me haces sentir y que a veces no entiendo, son nuevas para mí y algo que no puedo describir, pero me encanta sentir todo esto porque es amor —dijo. 

Eran las palabras más hermosas que alguien pudo decirme en toda mi vida. 

—Me dejaste sin palabras —sonreí. 

—No digas nada, Leila, solo disfruta esta noche —sonrió. 

Paul se fue del salón y yo me quedé a esperarlo con toda la emoción que tenía. Miraba a mi al rededor y no podía creer lo que veían mis ojos, me sentía tan feliz por todo lo que había hecho Paul, no tenía palabras para describirlo y eso me hacía sonreír. ¿Estaba enamorada? Más de lo que podía decir.

Minutos después, Paul apareció con una bandeja con comida. 

—Para esta noche preparé filetes de pescado con una ensalada —dijo y puso el platillo en frente de mí. 

—Se ve muy rico —sonreí. 

—Falta que lo pruebes —dijo y me guiñó el ojo. 

Sonreí y solté una pequeña risa. 

—Preparé una horchata muy rica para acompañar esta cena, ahora traigo la jarra —dijo. 

Me sentí tan feliz por lo que había hecho por mí, me sentí tan afortunada de tener a ese chico en mi camino, era suficiente para mí. 

—Listo, espero que te guste —dijo Paul mientras entraba al salón. 

Dejó la jarra en la mesa y él se sentó. 

—Espero que te guste todo —dijo. 

—No tienes que decirlo, realmente ya me está gustando demasiado —sonreí. 

Disfruté la cena de una manera especial porque no solo comimos, sino que platicamos y nos reíamos por nuestros comentarios.

Terminamos de cenar y pensé que ya había acabado nuestra noche, pero me equivoqué. 

—Leila —me llamó. 

—Dime —lo miré. 

—Puede que no llevemos tanto tiempo conociéndonos, que no somos mejores amigos y tuvimos poco tiempo para serlo, poco para conocernos y muchas cosas, pero no puedo evitar sentirme atraído por ti de distintas formas —dijo—. Cuando te conocí no pensé que significarías tanto para mi vida, todo pasó de una forma inesperada, no pensé que te conocería en este verano, no pensé que conocería al amor verdadero aquí —contó—. Leila, me haces sentir tantas cosas lindas y aunque no puedo explicarlas, te puedo decir que son muy fuertes y que jamás había sentido esto por nadie —sonrió. 

Me miró fijamente y tomó mi mano.