Capítulo 22

Son las doce de la mañana, el sol está casi en lo más alto, la señal ha empezado, estoy escondido en la casa de Hector que está a escasos cinco metros del templo, Hector y George están acercándose poco a poco.

—Eh tu… —la voz de Héctor irrumpe en escena, se escucha en absolutamente todo el pueblo.

—¿Que cojones quieres?...

Poco a poco voy quitándome la atención en la pelea y me centro en la puerta, de momento no hay nadie y ellos poco a poco van elevando la voz.

Sale Brayan por la puerta y va directo a la zona del conflicto, ahora es cuando llega el momento estelar del plan, empiezan a pegarse para que Andrew salga rápidamente.

Y como si un director de cine hubiese escrito el guión en pocos segundo ya está llendo al lugar x, como si de un pez mordiendo el anzuelo se tratase.

Los miro y observo que ninguno está mirando en mi lugar, paso rápidamente y empiezo a mirar sala por sala, tiene que haber algo en algún sitio. Abro una de las puertas y observo que hay unas escaleras que llevan abajo, esto no lo sabía y seguro que nadie en el pueblo lo sabe excepto los dos simios.

Las escaleras son de madera y chirrían en función que voy bajando, cada vez lo hacen con más intensidad.

Me quedo boquiabierto al encender la luz, aquí abajo hay de todo lo que uno puede imaginarse. Desde arsenal para parar tres ejércitos, gasolina para llenar todos los coches del planeta y aun así faltar y de más cosas.

Una luz bastante fuerte me llama la atención, en el sótano hay varias habitaciones, seguro que en alguna de ellas está la respuesta.

Hace bastante frío, las piernas comienzan a fallarme seguro por el peligro que supone estar metido aquí. Delante de mí se encuentra la sala, está cerrada por una puerta pero por debajo sale una luz bastante cegadora, miro a mi alrededor una última vez para  asegurarme de que no hay nadie cerca. 

Si hay alguien se esconde muy bien, cojo un ápice de aire y giro lentamente la manivela de la puerta, hago fuerza hacia adelante, no está cerrada, la fuerza hace su función y consigo abrirla. Al otro lado hay una sala repleta de pantallas. En cada pantalla se muestra un sitio completamente distinto de utopía, son las cámaras que hay alrededor de todo el pueblo. Andrew y Brayan nos tenían vigilados, por esa misma razón sabían que George y yo habíamos ido a hablar con las demás personas. Por esa misma razón sabían todos nuestros movimientos, esto se lo tengo que contar a George pero ahora mismo.

Quiero seguir viendo a ver si puedo sacar algo más antes de abandonar este siniestro sitio, no tengo mucho tiempo porque la discusión ya se ha solucionado, tengo menos de dos minutos para que estos dos entren y seguro que vengan aquí.

Miro por todos los lados pero aquí no hay nada más, si hay algo más está muy bien escondido. El ruido de unas botas chocar con el suelo invade mis pensamientos.

—Mierda, vienen para aquí —digo cogiendo aire.

Me asomo por el pasillo, veo como Andrew pasa directamente, va para otro lado. Tengo que salir de aquí antes de que me pillen.

Empiezo a correr pasillo a través, subo las escaleras de dos en dos, solo me queda girar el pasillo para llegar al final.

Giro y me choco directamente contra algo que antes no estaba aquí. Como sea Andrew o Brayan estoy muerto.

Subo la mirada, no es ninguno de ellos dos…

—¿Pero se puede saber que hacías? —me pregunta George tratando de recomponerse.

—He visto lo que tienen allí abajo —le confieso.

—Vámonos, no tenemos tiempo…

—Me dice mientras me tira del brazo y mira en todas las direcciones.

Conseguimos salir sin ser detectados.

Vamos directamente a la casa de George, es el único sitio seguro en toda Utopía.

Andrew

—¿Si? —contesto al teléfono mientras observo las cámaras una y otra vez.

—Ha entrado…

—Sabes lo que tienes que hacer ¿verdad?

—Si, vamos a por él… Jacob ha ido demasiado lejos esta vez…