Capítulo 22

Observo la habitación en la que durmió el último mes, la hacienda había sido un lugar cálido y de nuevas aventuras en su vida. Descubrió que ordeñar vacas y recolectar racimos de uva dulce bajo el sol ferviente no era tan desagradable como le sonaba meses atrás. Pero sobre todo esas pulcras paredes de mármol que sostenían la hacienda habían sido testigo del progreso en reconquistar a David, todos esos besos y caricias, esas palabras llenas de sentimientos y esas sonrisas que se dedicaban mutuamente, como si compartieran un secreto del que nadie más sabia, solo ellos, en su mundo perfecto. Porque eso se sintió, estar entre sus brazos, no existían los problemas ni la infelicidad. Pero esas mismas paredes presenciaron cómo todo después se había apagado de inmediato. Con el descubrimiento de verdades dolorosas.

 Que ella se había negado a revelar, por miedo a ese inevitable final, se había aferrado tanto a su final feliz, que ignoro lo que su sentido común le gritaba. ¡Dile la verdad! Creía que por fin era una mujer valiente que luchaba por el corazón del hombre que amaba pero en realidad nunca dejó de ser una cobarde.

Sabía que Andrew tardaría un poco en volver a la ciudad, debido a su encuentro con Dominik. Debian ponerse al corriente después de tanto tiempo. Así que me recosté brevemente en la cama, llorando por todo lo que logré y perdí en ese lugar.

Después de lo que pareció una eternidad, o quizás media hora. Baje con mis maletas, no había nadie en la sala de estar. El foco del estudio de Dominik estaba encendido supuse ahí se encontraban todos, o quizás solo Andrew y el.

Probablemente David y Lisa estaban en sus habitaciones. Sin hacer el mínimo ruido, me dirigí a la camioneta de Andrew. Dispuesta a guardar mi equipaje. El día estaba oscureciendo, eran tal vez las seis o siete de la tarde.

Apenas iba a subir la primera maleta cuando unos brazos me elevaron por el aire. Intente gritar en ayuda, pero mi boca fue apresada por una mano. No logre ver mucho mas ni intente escapar. Mi cuerpo se estaba debilitando. Y mi vista oscureciendo lo último que vi fue la imagen borrosa de la hacienda y unos mocasines negros.

Punto de vista de David Roux

Mi cabeza apenas podía procesar todos los cambios que estaban destrozando mi vida. Mi padre había engañado a mi madre aparentemente, de esa relación tuvo otro hijo, más el nunca se entero acerca de él, ese hijo resulto ser el mejor amigo de Michael Turner y jefe de Amber. Andrew Miller, mi hermano. Siempre desee tener un hermano cuando era pequeño, pero descubrir que tienes uno de esta manera no era exactamente como imaginaba. Amber me había ocultado la verdad, asesorando a mi madre en un posible divorcio.

Me sentía traicionado por mis padres, pero en especial por Amber. Teníamos una amistad y confianza de toda la vida. Estábamos enamorados, todo eso debía ser suficiente para ella como para no guardarme secretos, más si estos cambian mi vida de la noche a la mañana.

Cuando creía que estaba siendo del todo honesta conmigo, que por fin teníamos un futuro prometedor, decide mentirme. Justo ahora no puedo pensar en perdonarla, porque el nosotros junto a sus mentiras van a segundo plano, debía evitar que mi familia y el amor de mis padres se destruyera. Mi padre era un buen hombre, tenia fe en que él no había engañado a mi madre durante su matrimonio. Además, Andrew era tres años mayor que yo, por lo que su concepción fue mucho antes de que mis padres se casaran.

Caminaba por el viñedo como suelo hacer cuando necesito pensar, a lo lejos visualice a Amber con sus maletas. ¿Planeaba irse? Claro, escapar cuando todo se ponía difícil era su especialidad. Antes de que ella montara su equipaje, una camioneta blanca se detuvo frente a la hacienda, de esta bajo Maximiliano ¿Ella seguía con el? La furia que se instalaba en mi sangre se detuvo al ver como el cargaba por la cintura. El miedo en el rostro de Amber me alerto de que algo no estaba bien. En ese momento maldije no haber traído a mi potro, porque mis piernas no eran lo suficientemente rápidas. Cuando llegue a la entrada de la hacienda el ya se la había llevado. La había dormido, impidiendo que se defendiera.

No sabia que diablos estaba pasando. Pero el miedo en mi pecho seguía latente, Amber estaba en peligro.

Completamente alterado y furioso entre a la hacienda en busca de Andrew, él había venido por Amber. Él debía saber que sucedía.

Aunque era grosero de mi parte interrumpir el conmovedor reencuentro, Amber era mas importante.

—Andrew, debemos irnos, Maximiliano acaba de raptar a Amber.

Inmediatamente él se giró asustado. Soltó una blasfemia al aire. Pude notar sus ojos rojos e hinchados los de mi padre estaban igual. Pero decidí ignorar mis celos repentinos de hijo único.

—Joder, maldito loco. ¿Viste en que se la llevo?

Asentí rápido e indiqué con impaciencia que debíamos irnos.

—Bien acompáñame, te explicare todo en el auto. Esa es la razón por la que vine aquí en un principio, pero todo tomo un rumbo diferente.

Se despidió de mi padre con un apretón de manos y a su vez le pidió que lo visitara de nuevo. El solo le sonrió con modestia y acepto su petición.

Termine de subir al auto las maletas de Amber, porque si perdía un par de sus costosos zapatos se volvería loca. Así como yo en ese momento, sentía como mi corazón se quería salir de mi pecho. Tenia que encontrarla, ella era todo para mí, aun con sus múltiples defectos y fallas, era la mujer de la estaba enamorado. Y otro hombre planeaba lastimarla. No podía permitirlo.

Andrew conducía apretando el volante con fuerza, con una mirada seria en su rostro, supongo analizaba a donde podría haberla llevado.

Antes de explicarme que sucedía, llamo a la policía.

—comandante Fox, Maximiliano se encuentra en el pueblo de Walla Walla Valley en Washington. Acaba de raptar a la señorita Wilson. Por favor avise a la policía local y mande refuerzos, se la llevo en una camioneta blanca 4x4.