La Guerra Comienza

Sabrina se molestó ante la actitud triunfadora, y cínica, de Lucy. Tenía que reclamarle.

—¡Hiciste trampa! Me dijiste que Ellie y Andrei estaban destinados y ahora Ellie se olvidó completamente de él. Ya no siente nada.

—Oh… —Lucy recordó que había destruido el corazón de Ellie— …pero es normal que ella actúe así, él la trató muy mal.

Sabrina cruzó los brazos.

—Hicimos el Juego de Corazones, ¿lo recuerdas? Ese juego no miente, de verdad están destinados. Lo que pasa es que no le echas tantas ganas como yo, ¿crees que no me cuesta trabajo juntar a Emilly y Johann?

—Más te vale que no hayas hecho trampa.

Sabrina se retiró.

«En cuanto encuentre la Joya Misteriosa ya no me importará ganar la estúpida apuesta, me apoderaré de este mundo.» Pensó Lucy, sintiendo más cerca el poder que había sentido el día anterior.

Las clases comenzaron y, cuando fue el descanso, Cindy se dio cuenta de algo.

—Chicas, miren…

Joan, Emilly y Amanda vieron a Ellie con sus nuevas amigas.

—¿Desde cuándo Ellie se junta con Imelda y Madyson? —preguntó Emilly, conociéndolas.

—Y también juntó a la zorra de Suzzane —dijo Joan—. Creí que no le volvería a hablar después de rechazar el puesto de porrista.

—Hizo su propio grupo, ¡no es justo!

—Esto es muy malo, chicas —dijo Amanda—. Ella hubiera hablado con nosotras para solucionar nuestro problema, es lo que hacen las verdaderas amigas.

—Conociendo a Ellie de años, es lo que hubiera hecho. ¡Maldición! No sé qué le pasa.

Emilly miró a Joan cuando dijo esto. «¿Sabrina tendrá que ver? Después de todo, ella es una bruja del Mundo de la Oscuridad.»

En otra mesa.

—Tenemos que encontrar una solución a esto —habló Jeremy—. Solo dejen pienso.

Zack miró hacia la mesa de Ellie.

—¿Me perdí de algo? ¿No era amiga de Amanda y las otras chicas?

Todos miraron…

—Es raro ver que se junte con mi hermana.

—Oye, podríamos usar a Imelda para hacer que Ellie se acerque a ti de nuevo.

Miraron a Oliver.

—No está nada mal.

En ese momento, Brad pasó acompañado de George y Joey… se detuvo y se dio cuenta de la situación.

—Dejen de mirar a las chicas, todas saben que ustedes son unos perdedores.

—Aléjate, Brad. Recuerda que aún nos debes una —advirtió Zack.

—Pues yo estoy aquí, no me escondo de nadie. Cuando quieras.

Zack se puso de pie para enfrentar a Brad.

—No me provoques, imbécil.

George y Joey no intervinieron, estaban convencidos de que su amigo tenía las de ganar.

—No creo que sea buena idea pelear… ahora —dijo Andrei.

—Sí, ¿que no su bandita va a tocar en el baile de graduación? —agregó Esteban— Pueden suspenderlos.

George y Joey se miraron, tenían razón, así que alejaron a Brad de Zack…

—Vámonos, Brad. No vale la pena.

—Además, ya te desquitaste con uno de ellos.

Se alejaron.

—No tenían por qué defenderme. Un día de estos lo voy a parar y se va a arrepentir.

Andrei y Esteban se miraron.

—Eso es exactamente lo que vamos a hacer —respondió Andrei.

—Pero no aquí —concluyó Esteban.

—Todavía me queda el truco que hice para el baile de graduación, no debo darme por vencida —decía Sabrina al estar afuera de la cafetería—. Solo espero que Lucy no encuentre la Joya Misteriosa antes.

—¿Querías hablar conmigo? —se acercó Jonathan.

—Sí, gracias por venir.

—Te veo muy preocupada, ¿Qué sucede?

—¿Conoces el Juego de los Corazones?

—Claro que sí, soy Cupido.

—Y ese juego, ¿se puede manipular?

—¿A qué te refieres?

—A decir que dos personas están destinadas cuando no es verdad.

Jonathan se quedó pensando, tratando de comprender la situación que Sabrina le explicaba.

—No se puede —respondió—. El Juego de los Corazones solo te muestra quienes están destinados, Lucy lo usó, pero ella no puede decidir a las parejas.

—Entiendo…

—Si hay dos personas que están destinadas y tienen problemas para estar juntos, es porque así escribí su historia.

—Ahora entiendo por qué mucha gente te odia —dijo Sabrina, al vivir en el Mundo Real, sabía muchas cosas de los humanos.

—Lo que pasa es que en el Mundo Real nada es fácil, por eso la magia es escasa.

Sabrina ya no sabía qué hacer, estas respuestas no le ayudaban en nada.