Capítulo 13

Aunque intenté irme a la cama temprano la noche anterior, mi mente no dejaba de darle vueltas al mensaje de Christopher. A pesar de que me alegró mucho que se hubiera contactado conmigo después de tantos días, sentí como si una flecha me atravesara el pecho cuando caí en la cuenta que su propuesta de ir a ver su entrenamiento es sólo para generarle celos a Kristen.

Y ni hablar de la pequeña discusión que tuve con Lex, si es que se le puede llamar así. Siento como si cada cosa que haga le molestara y, a pesar de que estaba esperando a que le pasara, no veo señales de que vaya a ocurrir pronto.

Bostezo nuevamente. Como consecuencia de la mala noche que pasé, me ha costado mucho prestar atención a las clases y eso no me gusta para nada. Después me tocará memorizar la materia, soy buena en eso.

—Hey, hey, Andrea—escucho que llaman, me volteo para encontrarme con los ojos marrones de Elizabeth—. ¿Ya llenaste la hoja?

Justo ahora estamos en una clase de guía, en la cual nuestro profesor a cargo nos ha dado una pequeña charla sobre posibles universidades a las que podemos aplicar, cuáles son los requisitos, las notas de admisión, los exámenes, entre otras cosas. Por último nos ha dado una hoja donde debemos escribir cuáles son nuestros planes cuando nos graduemos, lo cual será en pocos meses. No debemos entregarle la hoja, ya que es algo personal, pero dijo que es bueno que tengamos una visión de nuestro futuro.

Aunque ese es justo mi problema. Cuando pienso en ello, no veo nada. Absolutamente nada. En realidad, nunca me he detenido a pensar qué quiero hacer, sólamente me he centrado en ser la mejor de la clase. He estado muy ocupada haciendo tareas y estudiando para exámenes que no me he planteado qué quiero para mi futuro. Estoy segura que cuando era niña dije que quería ser doctora, pero ahora mi opinión no es la misma.

Ni siquiera sé si tengo talento en algo. Creo que para lo único que soy buena es para estudiar y sacar buenas notas.

Niego con la cabeza ante la pregunta de Eli y ella se deja caer en su asiento mientras hace una mueca con los labios. Algo me dice que está tan en blanco como yo. Llevo mi vista hacia Cherry quien está sentada unas filas más adelante y, al contrario de nosotras dos, está completamente concentrada escribiendo. Tiene la cabeza inclinada sobre la mesa, así que lo único que puedo ver es su chaqueta negra y el gorro gris que cubre su rubio cabello.

Me dejo caer en el asiento y cierro los ojos, como si eso me fuera a dar las respuestas.

“¿Qué planeas hacer una vez te gradúes de preparatoria?” No sé. Ni siquiera sé para qué es buena Andrea Holland.

¿Sabrá Christopher qué quiere hacer con su futuro?

—Pueden llevarse la hoja y llenarlo después—anuncia el profesor cuando la lección ya ha terminado. Todos nos comenzamos a levantar para irnos, cuando él nos vuelve a ver con una cara muy seria—. Chicos, sé que tienen mucho qué pensar o tal vez no tienen claro que quieren hacer. Pero es importante que tomen una decisión para que después no se vayan a arrepentir. Piensen bien las cosas y si tienen alguna duda, recuerden que estoy aquí para ayudar.

Lo miro esperando que diga algo más, cuando no lo hace, tomo mis cosas y espero a que salgan mis amigas para que vayamos juntas al comedor. He guardado la hoja en mi bolso, no he sido capaz de responder a la pregunta todavía, lo que me pone un poco inquieta. He pensado en varias cosas que podría hacer, pero me siento muy insegura al respecto. Además, siento como si se me estuviera acabando el tiempo, lo que hace que me agobie más.

“Tomen una decisión para que no se vayan a arrepentir”

¿Cómo sé que no me arrepentiré después?

—Ah, nuestra vida adolescente está apunto de terminar, se nos está yendo la juventud—comenta Eli con pesadez.

—Eli apenas tenemos dieciocho años, todavía tenemos toda la vida por delante—Le recuerdo.

—¡Exacto!—exclama la castaña de repente—. ¿Cómo se supone que sepa qué debo hacer con el resto de mi vida justo ahora?

Bueno, tiene un punto. A continuación, toda la atención de Elizabeth recae en la otra integrante de nuestro pequeño grupo, la cual ha estado inusualmente callada y camina pensativa a nuestro lado. Sigilosamente, Eli se acerca a Cherry por detrás y salta hacia ella, quedando colgada de sus hombros. La rubia deja escapar un chillido de molestia en cuando siente el contacto de la chica.

—¿Qué escribiste tú, Cherry?

—Nada. Y ya suéltame—escupe la rubia tratando de zafarse del agarre de Eli, pero la castaña no se da por vencida y se aferra con más fuerza a ella.

—Tengan cuidado, se van a caer—les advierto, ya que ambas están en una extraña posición en la que ni siquiera pueden avanzar de donde se encuentran.

Después de forcejear por unos segundos, al fin Cherry se rinde ante el agarre de la curiosa chica. Elizabeth entonces al fin se anima a soltarla y ambas esperamos a que la rubia nos cuente cuál es su respuesta a la pregunta que nos dio el profesor en aquella hoja. Cherry aparta la mirada, deja escapar un gruñido y final dice:

—Contabilidad.

Elizabeth me voltea a ver con incredulidad, como si no creyera lo que acaba de escuchar y yo le tuviera que confirmar que, efectivamente, ha escuchado bien.

—Sabes que eso lleva matemáticas, ¿cierto?—pregunta Elizabeth, haciendo un vago intento por enarcar un ceja, lo que al final no le sale muy bien.

Cherry rueda los ojos.

—Claro que lo sé—gruñe la rubia.

—¿Por qué te decidiste por eso?—Le pregunto con un poco de curiosidad.

No es que Cherry sea una mala estudiante, pero sé que le cuesta un poco estudiar y, además, odia las matemáticas. Siempre me pide ayuda para hacer las tareas o para que le explique la materia. Es por ese motivo que nos sorprendemos al escuchar que eso es lo que quiere estudiar. Al final, ella solo se encoge de hombros, pero por el tono en el que responde, siento que no fue una decisión que tomó de forma precipitada, más bien pareciera que lo lleva pensando bastante. Lo que hace que me sorprenda al notar que nunca nos comentó acerca de eso.