CENIZAS

La casa de Natali sigue oliendo a ella.
A jazmín. A perfume suave. A vida.

Pero ella no está.

Estamos sentados en su sala. Percy, Steve, Sara, David… y yo.
Nadie habla.
Porque no hay palabras para esto.
Porque duele incluso respirar.

Yo sigo con la bufanda de Javier enredada en los brazos.
No puedo soltarla.
Porque fue de ella.
Porque fue lo último que quedó.

—¿Creen… creen que ella y Javier estén juntos? —susurra Percy, con la voz rota.

—Sí —responde Steve, tomando mi mano—. El cielo no los separaría.

Y ahí me quiebro otra vez.

Me echo a llorar como niña.
No me importa que me vean.
No me importa nada.

Steve me abraza.
Y en mi mente solo hay un pensamiento:

"¿Por qué ellos? ¿Por qué se fueron los que más reían?"

Por la noche, Sara y David están preparando una limpieza espiritual en la zona donde estaba el circo.
—Aún quedan residuos —dice Sara, mirando el cielo—. Como si algo más se estuviera despertando.

—¿Más? —pregunta Percy, en modo analítico—. ¿No se suponía que el talismán era lo último?

Sara negó.
—El circo era solo la puerta… lo que venía detrás aún no lo conocemos.

Y entonces lo supe.

No podíamos parar.

Aunque el alma estuviera hecha pedazos.
Aunque quisiéramos rendirnos.

Tenemos que seguir.

Al regresar a casa, Steve y yo nos quedamos en la entrada. No me soltó en ningún momento.

—¿Sabes qué me asusta más? —le susurré.

—¿Qué?

—Olvidar la risa de Natali. Su forma de decir "ya pues", su manera de comer chocolate escondidas…

Él me besó la frente.
—Nunca la olvidaremos. Lo juro.

Lo miré a los ojos, esos ojos que eran mi refugio.
—No me dejes, Steve. Por favor. No después de esto.

Me abrazó con fuerza.
—Mariana… tú eres mi mitad. Eres mi yugo, mi compañera. Ni siquiera la muerte me alejaría de ti.

Nos besamos. Lento. Triste. Fuerte.
Como si el alma buscara en el otro las partes rotas.

Y por un segundo…

Sentí que podía respirar otra vez.

"A veces el dolor es tan fuerte que parece eterno. Pero hay personas que son como luz. Que nos abrazan incluso cuando todo es oscuridad. Y Steve… tú eres mi faro. Mi fuerza. Y por ti, seguiré."