Azalia

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Toda la alta sociedad no solo quedó sorprendida por la última treta del duque de Vigny, sino que también quedó terriblemente conmocionada. El novio más envidiable de Inglaterra se casó con una antigua novicia del monasterio de Santa Teresa. Simplemente la salvó de la tonsura. La señorita Beckett no solo no tenía un alto estatus social, sino que tampoco poseía riquezas. Y el hecho de que la pobre fuera entregada a una monja atestiguaba no solo su timidez, sino también su aspecto impresentable. Entonces, ¿qué atrajo exactamente al primer fiestero de Londres hacia la señorita Santa Inocencia, como la llamaban las malas lenguas? ¿Qué tenía de especial Azalia, bajo sus hábitos monásticos, que tentaba a un hombre tan apasionado a casarse con una muchacha tan modesta?