Capitulo 4. Parte 1.

Una profunda oscuridad cubre el lugar como un manto. La risa de aquella traición se escucha por todo el lugar, combinándose con el chirrido de huesos chocando entre si. Mientras que un aire frío penetra en la piel de Ban, quien no parece lucir preocupado por el repentino cambio de su amiga.

Chispas de electricidad comienzan a salir del cuerpo de Ban, expandiéndose por toda la habitación, iluminando una gran cúmulo apilado de huesos que parecen crujir mientras se mueven. Seres parecidos a los humanos, hechos de puro hueso y con espadas de hueso afilado y huesos apilados entre si para formar un escudo, se levantan. Sus mandíbulas chocan una y otra vez creando un molesto sonido, mientras que la cavidad dónde deberían de estar los ojos brilla con un rojo intenso.

—Así que este lugar está lleno de undertakes. —Los labios de Ban se tuercen en una ligera sonrisa, mientras que la electricidad en su cuerpo comienza a salir más agresivamente.

Rápidamente los Undertakes con espadas salen corriendo directamente hacia Ban, creando una distracción para que los esqueletos magos que se encuentra escondidos en el montón de huesos puedan preparar sus hechizos. Sin embargo, Ban toma su espada y con rápidos movimientos la desliza de un lado a otro, acabando con todos los Undertakes que se acercaban a él.

En un simple parpadeo el cuerpo de Ban se convierte en electricidad, apareciendo delante de un gran Undertake de tres metros de altura con su cavidad pectoral amplia. Este esqueleto apenas y pudo reaccionar, nada más pudo tomar su gran mazo de huesos, justo al mismo tiempo en que Ban toma con una mano su cráneo y lo azota contra un montón de huesos. Un fuerte ruido llena el lugar, el cráneo del esqueleto se parte en dos, mientras que pedazos de huesos salen volando como pequeños proyectiles.

Los Undertakes ven con horror como su mejor guerrero ya ha caído tan fácilmente, algunos están dando pequeños pasos hacia atrás. Pero los hechizos de reforzamiento de los magos están listos. Del montón de huesos salen disparados varios rayos, estelas de luz azulada que penetran en los Undertakes, volviendo sus huesos tan brillantes como el acero, mientras que una aura mágica rodea sus cuerpos, volviéndose más fuertes.

Una sonrisa aparece en los cráneos de los Undertakes, tan oscura que podría aterrar a cualquier niño. Sin siquiera dar tiempo para respirar, parten rumbo a golpear a Ban, la confianza de ganar se desprende en el aire. No obstante, ni con esta mejora pueden siquiera hacerle daño. Uno de los Undertakes, el primero en llegar le suelta un fuerte golpe capaz de destruir rocas a Ban, su espada de huesos impactando sobre el cuello de su oponente. Pero la barrera de Ban es tan poderosa que no logró hacerle un rasguño.

Antes que los demás lleguen, Ban desliza su espada para golpear al Undertake justo en las costillas, destrozando la mitad de su cuerpo antes de que salga volando como un proyectil directamente hacia una pared, dónde los huesos y la pared terminan destrozados. Pequeños huesos caen casi con el mismo tamaño que las rocas.

Solo que la magia de los magos Undertake interviene, haciendo que esos pedazos de huesos se vuelvan a unir, pegándose unos a otros como si no tuvieran ni una herida, trayendo de vuelta al campo de batalla a su colega. Dicho Undertake suelta una risa de burla cuando está de nuevo armado, su rostro y el de los demás indican la confianza que tienen como para dejarse morir una y otra vez. No les importa lo fuerte que es Ban, si pueden reconstruirse, no perderán.

—Esperaba que fueran más fuertes, pero solo son una molestia si van a estar reviviendo una y otra vez. —Las palabras de Ban resuenan en toda la habitación, mientras que su brazo derecho se alza para liberar un humo negro cargado de electricidad que sube unos cuantos metros. —Primero me desharé de esos molestos magos y después iré a hablar con mi amiga.

El humo negro se condensa en el techo de la habitación, el sonido de poderosos truenos resuena por toda la habitación, mientras que pequeñas estelas de luz iluminan las nubes. Los Undertakes observan atentamente las nubes, sus mandíbulas cayendo mientras sujetando con tanta fuerza sus armas que sus huesos crujen.

Con gran velocidad los Undertakes salen disparados como flechas, sus intenciones es parar el ataque de Ban. Sin embargo son detenidos a un par de metros de llegar a él, una pared invisible les impide avanzar, mientras que sus cuerpos se llenan de tanta electricidad que brillan por unos segundos, antes de explotar.

Bajando sus dedos, Ban ordena el lanzamiento. Cientos de rayos descienden a gran velocidad, impactando en el montón de huesos que está en el suelo, atravesándolo como una bala a una armadura, llegando hasta donde se ocultan esos esqueletos magos cubiertos por una tela oscura y rasgada. Sus cuerpos se iluminan como farolas, siendo destrozados por el impacto de los rayos, quedando al final un montón de huesos rotos del mismo color que las cenizas.

La sonrisa de confianza de los Undertakes ha desaparecido, sus huesos tiemblan y chocan entre si, creando una música del miedo que sienten ahora. Algunos se lanzan hacia el suelo, como si fuera una piscina, esperando poder esconderse del temible monstruo que decidieron enfrentarse. No obstante, los rayos no paran de caer, cada uno de ellos impactan en distintos lugares, cubriendo toda la arena. Los rayos les dan tanto a los que se esconden como a los que no, sus cuerpos brillando como una fogata mientras son destruidos y convertidos en cenizas.

Al final no quedó ni uno, solo Ban en ese piso de huesos rotos. O eso pensaba él, hasta que una sacudida casi hace que pierda el equilibrio. Los huesos del suelo comenzaron a moverse como olas, permitiendo que emerja del suelo una criatura de diez metros de largo, con tres cráneos que parecen ser las de un reptil, un torso esquelético que brilla con la electricidad de Ban, seis patas, colmillos filosos que podrían destrozar un cuerpo humano y una cola huesuda que se asemeja a la de un escorpión. Es un Ambusseus lo que acaba de aparecer frente a Ban.