Capítulo 22

El timbre suena mientras Emilio y yo estamos en la cocina preparando el desayuno. Miro a Emilio tratando de entender quién podría ser.

— abriré yo, quédate aquí — dice mientras pasa por mi lado

— mira por la mirilla primero, no abras.

El timbre suena dos veces más haciéndome pegar un salto del susto, Emilio mira por la mirilla y dice:

— son tus padres — abre la puerta y mi padre entra hecho una furia

— ¿Por qué tardaron tanto en abrir la puerta? Pensamos que les había pasado algo. – dice entrando seguido por mi madre y mi hermano pequeño.

— cariño, ¿estas bien? — pregunta mi madre examinándome detenidamente — estábamos muy asustados por ti.

— estoy bien, no se preocupen ¿Qué están haciendo aquí?

— tenemos que estar contigo, eres nuestra hija — dice mi padre mientras me atrae me un abrazo — y estamos preocupados por ti.

Sebastián es el siguiente en darme un gran abrazo.

Emilio los invita a tomar desayuno con nosotros, mientras mis padres nos cuentan los últimos detalles de lo que esta pasando. Al parecer el “novio” de Aurora fue quien la ayudo a escapar, no sabemos quién más está involucrado en esto, pero seguro será mucha gente.

Mi padre habla unos minutos con Emilio en sala, miro a mi madre tratando de saber que tanto hablan y ella solo niega sin saber nada.

Cuando vuelven a la cocina esta de buen humor y riendo juntos, es algo que jamás había visto. Algo que jamás pensé en ver, mi padre palmea el hombro de Emilio mientras se sienta a su lado en la mesa. Hablamos un rato y mi padre me pide perdón por todo lo mal que lo ha hecho, le digo que tratare de perdonarlo pero que me costara mucho olvidar todo lo que ha pasado.

— estoy feliz si tu lo estas cariño, eres mi princesa y siempre lo serás. Te amo hija — mi madre toma mi mano mientras trato de contener las lágrimas.

Mi padre se disculpa con Emilio y promete ser un mejor suegro, Emilio acepta sus disculpas sin pensarlo y promete que siempre estará a mi lado pase lo que pase.

El timbre suena nuevamente y mi madre se pone de pie diciendo:

— debe ser Santiago, le dijimos que estaríamos aquí. — mi madre va abrir la puerta mientras nosotros nos reímos de un chiste que cuenta Sebastián.

El grito de mi madre se escucha en todo el departamento, corremos hasta la puerta y Aurora esta parada con un arma en la mano apuntando a mi madre que está en el suelo.

— tenemos reunión familiar y no lo sabía, ¿Por qué no me invitaron? — dice sonriendo

— Aurora…— dice mi padre — baja el arma

— cállate Federico, esto es entre ella y yo — dice apuntándome con el arma.

Ella aprieta el gatillo en mi dirección justo cuando mi padre se interpone entre esta y yo.

El cuerpo de mi padre cae al suelo haciendo un sonido hueco al caer, me dejo caer de rodillas al suelo tomando su cabeza entre mis piernas, lagrimas corren por mis ojos mientras todos lo demás corren a socorrerlo.

Mis manos están llenas de su sangre mientras trato de presionar la zona donde la bala impacto.

— papá por favor no cierres lo ojos, no me dejes por favor papá

Miro a Aurora que ahora tiene una sonrisa en su cara

— maldita loca — grito — mira lo que hiciste

Ella comienza a reír cada vez mas fuerte mientras mueve su arma nuevamente hasta a mí.

— ¿Qué es lo que quieres Aurora? — pregunta Emilio mientras se pone de pie

— te quiero a ti, si no eres mío no serás de nadie. Aléjate de ella o la matare justo ahora.

Emilio hace lo que dice mientras no deja de mirarla.

Mi madre llora mientras le habla a mi padre que yace casi inconsciente en mis brazos

— Federico no me hagas esto, prometiste estar toda tu vida a mi lado. No te atrevas a dejarme no otra vez.

— Ari… — trata de hablar mi padre — pe… per...do…name

— papá no hables, todo estará bien.

— Ari…— vuelve a decir

— te perdono papá, lo hago te perdono. No te preocupes tendremos muchos momentos juntos lo prometo.

— te amo — dice agarrando mi mano que sostiene su herida — mi princesa, cuida a tu madre y a Sebastián.

— no me digas eso, tu nos vas a cuidar a todo como siempre lo has hecho, pero por favor no cierres los ojos — digo gritando

Emilio

Me acerco hasta Aurora quien ahora me apunta con el arma, mientras camino hasta a ella veo como Ari llora abrazando el cuerpo de su padre diciendo una y otra vez que lo perdona.

— ¿Qué es lo que quieres de mi Aurora? — digo mirando su mano

— te quiero a ti de rodillas diciendo que me amas — apunta el arma en mi cabeza — ahora

— Aurora — trato de decir, pero grita

— no, si no te arrodillas ahora la perra se muere — dice apuntando hacia Ari

Hago lo que Aurora dice, me pongo de rodillas tratando de no mirar a Ari. No puedo decirle que la amo, no puedo seguir creando una mentira en su cabeza. No esto no esta bien, trato de ponerme de pie, pero Aurora posiciona el arma en mi frente.

— dime que me amas, que soy yo a quien siempre has amado. Que ella es solo una puta que se metió en tu cama.

Miro hacia Ariana, mi pequeña Ariana cuanto mas debe sufrir por esta loca. Una idea estúpida pasa por mi cabeza y no lo dudo.

Miro hacia Ariana una vez más mientras le quito el arma a Aurora, era ella o yo, en el momento en que vi sus ojos super que no podría vivir una vida sin ella a mi lado. Solo su dulce mirada me basto para disparar el arma.

Aurora cayo al suelo luego del disparo la bala golpeo su pierna derecha. No sé qué paso después, la policía estaba en el departamento arrestando a Aurora que no dejaba de gritar que nos mataría a todos, Ariana, estaba junto a su padre con las manos manchadas de sangre mientras lloraba sin parar.

Horas después estoy en la comisaria declarando todo lo que paso, Santiago esta junto a mi y su abogado tratando de explicarle al policía todo lo que ha ocurrido durante estos meses.

Aurora fue llevada hasta el hospital luego será juzgada, Federico esta con riego vital, al parecer perdió demasiada sangre y seria solo un milagro que sobreviviera. Ariana esta junto a su madre y hermano esperando noticias alentadoras.