Capítulo 24:No todos temen al cambio. Algunos lo quieren muerto.

Isla

Esa noche, el bosque estaba más silencioso de lo normal. Sentía una opresión en el pecho, como si algo oscuro se deslizara entre los árboles.

Y no me equivoqué.

Me dirigía sola al claro cuando escuché un crujido. Una rama rota. Luego, un susurro.

—Isla…

Me giré. Un lobo oscuro emergió de entre la maleza. No era Liam. Ni un miembro de su manada.

Era Lucien, uno de los consejeros más antiguos. Nunca me había hablado directamente. Hasta ahora.

—Sabes que esto no puede continuar, ¿verdad? —dijo con voz grave—. Tú eres un peligro. Para todos.

No respondí.

—El linaje que llevas fue sellado por una razón. No debiste despertar —continuó, acercándose lentamente.

—Y sin embargo, desperté —dije, con voz firme.

Él gruñó. Sus ojos se tornaron amarillos.

—Entonces tendré que corregir ese error.

Saltó hacia mí.

Pero yo ya no era solo una humana.

Mi cuerpo se movió solo, guiado por algo antiguo. Lo derribé antes de que pudiera alcanzarme. Mis ojos ardieron con luz dorada, y una energía invisible lo lanzó contra un árbol.

Lucien cayó al suelo. Aturdido. Derrotado.

Y entonces entendí: no me estaban poniendo a prueba. Me estaban cazando.

Corrí hacia la casa Blackthorne. Tenía que advertirle a Liam. Porque esto no era una amenaza aislada.

Era el comienzo de una rebelión.