Capitulo 2

Tenía un par de horas libres antes de volver a entrar a clases por lo que aprovecharía para buscar a Penélope. No me sería muy complicado encontrarla dado que era una de las personas más conocidas entre todas las facultades de Italia y para especificar, Milán.

Antes de subir, cogí de mi taquilla la carpeta. Una vez estuve al segundo piso, me paseé por los pasillos tratando de encontrarla, esperando a que no estuviera aún en clases.

No tenía ganas de preguntar a otros estudiantes pero no tuve más remedio al darme cuenta de que si seguía, tardaría una eternidad. Ese tiempo ahora mismo no lo tenía disponible. Gracias que pregunté a una persona que iba a su curso, pude saber que no estaban en clases y que la podría encontrar en una de las clases bacías. La pregunta aquí es, que clase? Pues en la última que estuvo.

Me puse a correr en medio del pasillo para poder llegar rápido, aprovechando que no había prácticamente nadie por los pasillos.

A lo lejos pude ver varias puertas entre abiertas donde se podía apreciar que no había nadie, salvo en una de ellas que se escuchaban algunas voces.

Cogí aire y llamé a la puerta mientras entraba.

-¿Penélope?-

-Yo misma- escuché una voz un poco lejos-

Alcé mi vista y caminé donde estaban sentadas.

-Hola-

-Hey Jane, hacía tiempo que no te veía- me sonrió- ¿que necesitas?-

-Bueno veras, una profesora me dio está carpeta- dije extendiéndosela- y me dijo que era de alguien de último curso-

-Mhm, vale- me la devolvió- ¿que quieres decir con eso?-

-Tu conoces a todos los de último curso y era para saber si pudieras decirme quien hizo lo que está dentro de la carpeta-

-¿Es de artes?- asentí- lo suponía, nunca había visto está carpeta- la miró de manera rápida- ¿y no tiene nombre?-

-No, ayer por la noche me volví loca buscando por algún sitió el nombre pero no encontré absolutamente nada, ni siquiera en los trabajos-

-Bueno no te preocupes, preguntaré por ahí a gente que vaya a artes que me enseñe o al menos me diga como es su carpeta- cruzó sus piernas- pero para hacerlo más sencillo, te dijo si era chico o chica?-

-Chico- dije-

-Vale, cualquier cosa me pasaré por tu piso-

-Muchas gracias- le sonreí-

Me despedí de ella y de sus amigas que en todo momento habían estado hablando de sus cosas sin molestar.

Penélope a pesar de ser una persona popular, era muy amable. La verdad podría llegar a sorprender a la gente, conmigo lo hizo al pedir ayuda en algunas asignaturas. Incluso Izan se sorprendió después de que le contará.

Salí de esa clase un poco desanimada, por el hecho de no haber hecho algún avancé sobre aquella persona misteriosa; pero era lógico que sería complicado si la carpeta no tenía nombre.

Deberían bajarle puntos por ello.

Bajé las escaleras llegando al primer piso, donde fui de nuevo a mi taquilla y la guarde. Me gustaría mucho poder hablar con el chico que sea que lo haya dibujado todo eso, necesito que me ayude o al menos me expliqué como narices hace el trabajo que hace.

Me apoye unos segundos en la pared que había al lado mientras sacaba del bolsillo mi teléfono que vibraba.

-Hola-

-Hola renacuaja, no deberías estar en clase?-

-Si se supone que debería estar en clase, por que me llamas?-

-Por que así se si te saltas las clases-

-Rodé los ojos- No me he saltado ninguna clase, tengo dos horas libres-

-Ahh, entiendo entiendo- reí por lo bajo- ¿como te van las clases?-

-Bien todo va bien, salvó alguna clase-

-¿Que a pasado?- sonreí por el tono de voz-

-Nada, solo he tenido un pequeño problema con un trabajo- lo tranquilicé- pero nada que no pueda arreglar-

-Esa es mi niña, bueno yo te dejo- se escuchó una voz a lo lejos- el deber me llama-

-Esta bien, ya hablaremos más tarde-

-Te quiero-

-Yo también te quiero- dije antes de colgar-

Cerré el teléfono y lo guardé de nuevo en el bolsillo, mientras pensaba que hacer en estas próximas dos horas hasta que recordé que mi querida compañera había gastado por completo mi rímel.

Llevaba semanas diciendo que iría a comprar uno y nunca era capaz de acordarme hasta ahora, por lo que decidí aprovechar antes de que se me volviera a olvidar.

No solía maquillarme, lo único que he llegado a usar es un poco de brillo para los labios y bueno el rímel y de vez en cuando un poco de base para los granitos. Tuve suerte que cerca de la facultad había un supermercado por lo que podría ir tranquila y sin prisas. Mientras caminaba busqué por alguna de las páginas de internet el precio al que estaba el rímel o alguno que fuera barato, no pensaba gastarme un pastizal por ello.

Demasiado concentrada iba viendo el teléfono que no fe di cuenta de quien venía por delante que me choqué.

-Te pillé- escuché la voz de una niña-

-No es justo- está vez fue la voz de un niño- siempre me engañas-

Me fije en los dos niños que mantenían una pequeña conversación delante de mi.

-Siento mucho haberme chocado, no me di cuenta- habló el niño viéndome-

-Oh no te preocupes pequeño, yo tampoco iba viendo el camino- le sonreí- pero no deberíais ir corriendo por aquí, hay gente que no se toma muy bien que choquen por accidente con ella-

-¡Alex!- una voz gruesa llamó la atención de los tres-¡Brenda!-

-Corre, vamos antes de que se enfade más-dijo la niña-

-No se a enfadado- el niño lo vio de brazos cruzados-

-Eso no te lo crees ni tu señorito-

Un hombre que parecía conocer muy bien a esos dos estaba delante de los tres, de brazos cruzados viendo a los pequeños haciendo que estos lo vieran con una sonrisa.

-¿Cuantas veces tengo que decir que no os separéis?-

-A empezado ella- dijo, haciendo que la niña lo viera mal- y por su culpa me choqué con esta chica-

La mirada del hombre pasó de estar a ese par hasta mí.

-Siento mucho que Alex se chocara contigo, llevo todo el rato diciendo que se esté quieto pero no consigo nada-