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"Todo cuento tiene su final feliz"

Siempre nos han enseñado que cualquier situación triste que acontezca; como una llovizna en un día soleado siempre terminará con un resultado risueño en nuestras vidas; con el fin de traer esperanza a nuestras vivencias diarias, a no rendirse, a tratar de seguir adelante con la cabeza en alto.

Es muy diferente pronunciarlo que sentir el dolor que conlleva esa situación.

Si lo sintiéramos al igual que el afectado, las cosas serían muy distintas ante la sociedad.

Cambiaría la frase de la siguiente manera:

No se puede asegurar que todos los momentos que toquen a nuestra puerta sean sencillos de resolver, pero si puedo asegurar que la persona capaz de salir de todo eso, eres tú.

Tú tienes la capacidad de hacerlo, solo falta que tengas la certeza en ti mismo.

A veces solemos ser muy jóvenes para comprenderlo.