Epílogo.

Julio 2025.

Elliot Barrow estaba en la habitación de su hermano fallecido. Después de un mes el chico se atrevió a entrar y vio las cosas exactamente en el mismo lugar en que Jace las dejó antes de irse.

Aunque Jace ya no podría ir a la universidad Elliot todavía tenía que hacerlo y faltaba poco para eso.

El muchacho estaba sentado en una esquina de la cama todavía tendida, tenía junto a él varios diarios de pasta dura y oscura que le pertenecían a Jace; Elliot leía uno de ellos.

«“…sé que no es mi familia de sangre, pero hace mucho dejé de tener una propia, solo tengo a Mason y a Elliot, pero saber que Liam también está ahí me hace sentir bien porque es mi hermano y mi influencia positiva.”»

Respiró hondo cuando terminó de leer. Escuchó que algo vibró en el cajón del escritorio, al revisarlo vio el celular de Jace todavía encendido, pero con poca batería.

Frunció el ceño cuando vio que había un mensaje en la pantalla, era de hace unas semanas.

“Lo siento, mi celular murió y apenas pude solucionarlo, acabo de ver tu mensaje. Me alegro que estudies la universidad aquí, será genial tener una cara familiar, espero verte pronto y que estés bien, con cariño -I.”

—¿I…V? —Murmuró confundido al ver el contacto.

Frunció sus labios y miró hacia el techo para decidir.

«¿Apagar dispositivo móvil?» «Aceptar.»

Guardó el celular en una de las cajas que tenía por todo el cuarto para las demás cosas. Miró los diarios y salió a las escaleras.

—Mamá, ¿sabes dónde vive Liam Hale?

—Sé que es en la calle principal pero no estoy segura donde. ¿Por qué no le preguntas a Mason? Sé que los tres eran amigos.

Elliot volteó hacia los diarios en la cama y luego a la ventana donde se vio que volvía a salir el sol después de haber amanecido nublado.

GRACIAS POR HABER LEÍDO LUNA DE MUERTOS. 

Esto es todo por ahora, espero vernos pronto.