Capitulo 47 (Nuevo León Parte 1)

---Al día siguiente---

Al parecer las cosas se han calmado un poco, y eso es bueno, para que cierta pareja logre hablar.

Pues es necesario que lo hagan, si el día anterior dejaron todo en pausa, por el desastre que hizo aquella figura espectral que deseaba arrebatar al pequeño Kiki de la familia.

Sin más, pasemos a como Death y Afrodita están retomando esta conversación tan esperada.

---Habitación de Death Y Afrodita---

Cada uno durmiendo en sus receptivas camas, no habían compartido desde hace algunos días atrás.

Claro que extrañaban el calor del otro, el tacto amoroso que se daban al terminar y ese abrazo con el cual dormían, aunque terminarán despertando en posturas bastante peculiares.

Pero eso no importaba en lo más mínimo, al contrario era bastante curioso despertar con el pie de Piscis cerca de la boca del cangrejo, las risas no faltaban y la bromas tampoco.

Creían que eso estaba bien, pero... Si solo función apara uno, tal vez necesiten mejorar algunos puntos.

Por eso la comunicación es importante y lo están descubriendo.

Afrodita sentado en la orilla de la cama y Death en una silla delante de él, marcando algo la distancia el peli celeste, pero dispuesto a hablar y escuchar y no solo callarse.

-Si tanto te molestaba, ¿Por qué no me lo decías?- Death intenta hacer su mayor esfuerzo por hablar tranquilo y no sobresaltarse.

-Creí que me lo sabias, o que no te importaba- La voz algo conflictuada de Piscis, pues aunque siempre este hablando de muchas cosas, incluso de sus sentimientos o cualquier cosa que se le venga, es difícil el tema, si tienes una pareja como Cáncer que necesita a veces que todo sea explicado con manzanas.

-Claro que me importa, lo que ocurra contigo, me duele… Y si yo te estoy haciendo daño…- Aprieta su puño, es una situación que no quería llegar a tocar –Debiste decírmelo… Afrodita yo te amo, de verdad lo hago, y sé que no soy bueno expresándome, sin decir idioteces o hacer babosadas, pero… De lo que puedo estar seguro es que, no quiero volver hacerte daño o que pienses… Que yo no te amo- Las manos del hombre de escasa barba, toma las suaves manos del peli celestes, para besarlas y acariciarlas.

-¿De verdad me amas?- Los celestes orbes se comienza a cristalizar, provocando que sus mejillas tengan un color carmesí, el corazón se le acelera.

-Florecita, soy pésimo en saber entender a los demás, pero contigo me esfuerzo, intento hacerlo, y es porque eres el único que me importa de verdad en este mundo- Sin pensarlo más y siendo algo que solo haría por quién ama, se levanta de la silla, empujándola con su propio cuerpo, para arrodillarse delante de Afrodita.

-¿Qué… Estas… Haciendo…?- Se impresiona gratamente por la actitud repentina del hombre de cabellos morados.

-No te lo había pedido… Por qué creí que no te gustaría esa etiqueta, pero veo que si… Y no pudo cambiar por completo, peor si mejorar… Florecita lo que trato de decir es…- Sonríe algo confiado, mirando atento a ese hermoso rostro -¿Puedo ser tu novio?- Lanza la pregunta, tal vez no como cotidianamente se haría, pero… Está en el aire.

-¿De verdad me lo preguntas así?- Ladea su cabeza, algo sonriente y altanero, parece que su forma de actuar normalmente está volviendo.

-¿Qué más querías?- Lanza un suspiro cansado, sin duda no comprende del todo estas costumbres en específico, pero es que nunca le interesaban, bueno antes de revelar sus sentimientos no.

-Una rosas, unos chocolates…- Suelta sus manos del agarre del contrario, para posar su dedo índice derecho en su mentón –Tal vez una carta, un poema, algo dedicado especialmente para mí, hacerlo delante de los demás… ¿Te puedo seguir dando opciones?-

-Pececito, intento hacer lo mejor que pueda, no te puedo dar las flores ahora, ni los chocolates, poemas no soy bueno en eso, pero…- Se levanta levemente, para quedar inclinado hacia el rostro del peli celeste –En el viaje de hoy los conseguiré y te lo pediré delante de los otros para que seas feliz-

-Mmmh… Lo voy a pensar… Pero…- Levanta su cabeza, haciendo un ademan de superioridad como es su costumbre –Si acepto ser tu novio de forma oficial, con la condición de cuando tengamos sexo ya no lo llamaremos así- Señala con el ceño fruncido al peli morado.

-Tampoco puedes durar mucho sin divertirte así ¿Cierto, florecita?- Sonríe con una mueca media, triunfante pues han estado en abstinencia.

-Me gusta hacerlo contigo, ¿Tiene algo de malo?- Indignado, con los brazos cruzados.

-No, y ahora que eres mi novio, mi pareja, mi todo… Creo que podríamos tener algo rápido ahora ¿No crees?- Se acerca para besar esos rosados labios, con ese dulce color que presenta un sabor diferente.

La sonrisa de lujuria, el acercamiento de ambos, calienta el ambiente, para que una respuesta se dé entre ambos.

-Podría ser, pero… Solo un poco y en la noche de nuevo-

Coqueto Afrodita, gustoso Death y lo que ocurra detrás de esas paredes por la mañana, no nos incumbe saber por ahora.

Mientras los actuales señor y señor Tóxicos, recuperan algunos días, se debe agradecer que los demás se encuentran a bajo comiendo algo, ayudando a la limpieza…

Intentado que Kiki no tenga más miedo, aunque esto si se está logrando un poco, por los intentos de risa y de diversión que ciertos dorados hacen para que el pequeño este distraído.

-Mira Kiki, ¿Qué tal me queda esta mascara?- Aldebarán con su don natural de hacer reír a los niños.

-Ja, ja, ja, ja luce como un señor muy adulto- La inocencia del pequeño y su risa, tranquiliza el alma de cualquiera, significa que no quedo tan traumado del día anterior.

Además los padres del Lemuriano de cabellos naranjas, se ocuparon en calmarlo y hacerlo sentirse mejor, incluso se puede mencionar que…

En un momento en que despertó en al madrugado algo asustado, pensaba en pedir el consuelo de Mu, pero… Alguien fue quien lo ayudo a calmarse, además que era necesario relevar al pelilila, que había permanecido más tiempo despierto para que su hijito no estuviera más asustado.