✨ Prólogo

A veces, el amor no llega gritando.
A veces, solo susurra… justo cuando más lo necesitas.

Durante mucho tiempo pensé que amar era algo que les pasaba a los demás.
A los que se ven completos, seguros, con vidas ordenadas y corazones sin grietas.
Pero yo no era una de esas personas.
Yo era de las que se levantan cada día con el alma rota en silencio,
de las que sonríen mientras por dentro se sienten pequeñas, invisibles.
De las que creen que no merecen ser vistas… hasta que alguien lo hace.

Esta es la historia de cómo, sin buscarlo, alguien me miró diferente.
De cómo ese simple gesto fue suficiente para empezar a mirar también dentro de mí.
No es una historia perfecta.
Está hecha de dudas, miedos, heridas que aún arden…
Pero también de esperanza, de encuentros silenciosos y palabras que sanan.

Porque a veces el amor empieza así:
con una mirada que no se aparta.
Con un “buenos días” que se siente como un abrazo.
Con alguien que, sin saberlo, llega justo cuando te estabas rindiendo.

Y entonces, algo dentro de ti… cambia.