✨Capítulo 4

Noah
“Y si ella siente lo mismo y no lo dice”

Hoy llegué temprano a la oficina, con la mente llena de mil cosas, pero ninguna tan fuerte como ella. Corín. Esa mujer que me sorprende con su talento y, sobre todo, con esa manera tan frágil y auténtica que tiene de ser.

La vi al entrar, con esa mirada que parecía buscar en el espejo una versión de sí misma que aún no logra encontrar. No pude evitar sentir una mezcla de ternura y admiración. Me pregunto cómo alguien tan brillante puede dudar tanto de sí misma.

Mientras revisaba los diseños, intentaba concentrarme, pero su presencia era como un imán que no me dejaba en paz. Me acerqué a ella, queriendo que supiera que la veía, que valoraba lo que hacía… y quizás algo más.

Cuando la vi paralizada por mis palabras, supe que iba más allá del trabajo. Hay heridas invisibles en ella, y me muero por encontrar la forma de ayudar a sanarlas, sin que se sienta vulnerable ni expuesta.

En la reunión, fue inevitable mirarla. Y cuando nuestras miradas se cruzaron, sentí un fuego callado, una conexión que no sabía que podía existir en medio de tanta rutina.

¿Y si ella siente lo mismo y no lo dice?
¿Y si solo necesita alguien que crea en ella para que por fin se vea como yo la veo?

Hoy decidí que no voy a dejar pasar esta oportunidad. Quizá sea el momento de bajar la guardia y mostrarle que no está sola.