LA BODA

Las clases ya iniciaron y Tony ya no volvió a la universidad, él también inició sus clases en la capital y aunque nos seguimos enviando mensajes, la comunicación ya no es tan constante como lo era antes. 

Como no fue posible entregarle la tarjeta personalmente se la envíe por correo electronico, lo pensé mucho antes de hacerlo, pero tambien es mi amigo y quiero tenerlo cerca ese día especial.

Ha llegado el día de la boda, he decidido no casarme por la iglesia, unicamente en una boda civil; aunque mi familia y yo somos muy religiosos siento que Mario aún no está preparado para dar ese paso espiritual. He decidido que dejaremos unos meses después de la boda civil y luego nos casaremos por la iglesia, para que él también pueda prepararse espiritualmente.

El notario ha empezado la ceremonia, giro para ver a los invitados y ahí estan todos mis amigos, cuando veo entrar a Mario, me regala una dulce sonrisa y se sienta al final del salón, mi corazón palpita precipitadamente; Mario me toma de la mano, para que continue atendiendo a las palabras del notario.

Ha terminado la ceremonia Mario y yo ya somos oficialmente marido y mujer. Todos nuestros amigos y familiares se acercan a saludarnos; Mario está de pie en el mismo lugar en el cual escuchó la ceremonia. Me acerco a él y lo abrazo. El acaricia mi espalda. - Felicitaciones mi linda amiga, te deseo todo lo mejor.- Yo le sonrio y agradezco. Mario se acerca a nosotros y Tony extiende el brazo para saludarle y luego felicita por la boda; luego extiendo una pequeña caja de regalo y me la entrega.- Felicidades de nuevo a los dos, agradezco la invitación a la fiesta, pero debo irme, mis padres me esperan, debemos hacer un viaje-. 

Yo entiendo claramente las razones y no voy a insistir en que se quede mas tiempo. - Adios mi amigo, mucha suerte, que estés bien-. Me quedo viendo el lugar por el cual se alejó, siento una profunda nostalgia al verlo partir.  Mario me da un beso en la mejilla y me abraza. - Vamos mi bella mujercita, que la fiesta aún comienza-.