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Pasaba la punta de su índice a lo largo de su silueta, la miraba dormida y aún no podía creer que estuviera ahí con el justamente en su cama en la que tantas veces se sintió solo y vacío, ahora Emma había llenado ese lugar que siempre había notado tan frío. Le acaricio, su piel tibia y desnuda reaccionó en seguida a su tacto y sintió como sus poros lentamente se levantaban, pero ella seguía dormida.

NamJoon le llamó la noche anterior solo para ponerla al tanto de su situación, el que la enviarían lejos de él por algún tiempo, Emma acudió en seguida a su encuentro y después las cosas solo habían seguido su curso, ahora ambos descansaban lado a lado bajo las sabanas blancas y perfumadas del líder de Bangtan. Nadie sabía que se encontraba ahí, pero para ser sincero al chico no le importaba en absoluto, de hecho buscaba que lo supieran, que los miembros del grupo supieran que había pasado una noche agitada, no le avergonzaba solo por pensar que quizás los rumores llegarían a oídos del manager o de alguien aun más importante. Los estaba desafiando lo sabía, pero le daba igual para entonces, alejarían a su novia de él como fuera.

Cuando finalmente el  par de ojos almendrados lo enfocaron y dejando escapar una tierna sonrisa lo saludo, no perdió el tiempo y se acercó a besarla tiernamente.

—Sabes que tengo que irme Nam, el vuelo sale a las cinco y debo estar lista antes. —Emma se levantó, Nam no logró esconder su mirada lujuriosa al verla desnuda recorriendo su habitación sin ningún pudor.

Amaba la seguridad con la que Emma andaba sobre sus puntas de un lado a otro solo buscando las prendas que un día antes había perdido gracias a la pasión del momento. Le gustaba la curva que se formaba en su cintura y sobre todo la forma en que sus piernas comenzaban y tan largas alcanzaban el suelo al terminar en unos delicados pies pequeños y delgados. El en cambio era inseguro, se cubrió la mayor parte del torso a pesar se tener un cuerpo bastante bien proporcionado y trabajado en el gimnasio, aún así admiraba la estima que su chica tenía por ella misma, ese amor propio que a él le costaba todavía un poco mostrar.

Espero a que se volviera y después se levantó con la sabana colgando a la cintura, le busco justo cuando termino de acomodar sus jeans.

—Iré contigo solo espérame cinco minutos.

Emma lo sujetó por el cuello y después lo miro a los ojos antes de sonreír.

—Pediré un taxi Nam, tu debes llegar ya a la empresa.

—Emma no te veré en unas semanas que haré sin ti.

—Harás lo tienes que hacer, yo volveré pronto, sabes que todo estará bien, nos llamaremos cada que tengas algo de tiempo de acuerdo.

—Voy a extrañarte. —La abrazó colocando el rostro sobre su cabeza.

—Yo te extrañaré más cariño, —le acaricio el rostro, —pero recuerda que pronto nos cansaremos y estaremos juntos para siempre.

NamJoon la besó antes de verla salir sigilosamente con las botas entre las manos y sin hacer ningún ruido, aún así hubo quien se percató de su presencia pero se mantuvo discreto cuando la vio colocando el indice sobre los labios en señal de mantener el silencio y con eso el secreto de NamJoon. Tomó el taxi a casa para preparar las maletas pues no sólo serían un par de semanas como le habían dicho a NamJoon, sino que sería más de mes y medio, Emma lo sabía pero no se atrevió a decirle nada a su novio por el temor de que fuera directo a dónde el CEO y reclamara poniendo a ambos en riesgo. Una hora antes de las cinco de la tarde se encontraba ya lista en la entrada del aeropuerto con las valijas entre las manos y más nerviosa por haber mentido a su novio que por salir nuevamente de Corea.

Luego de dos semanas el líder de BTS parecía más emocionado por recibir un su novia que por su nuevo álbum, había comprado flores que mandó llevar al salón de maquillaje, desde luego que YoungSook las acepto pues eran realmente hermosas, estuvo un par de horas esperando hasta que atardeció, sus compañeros quienes seguían practicando solo lo miraban cada vez más ceñudo. Fue después de cinco horas que se percató de que esa noche no volvería. Emma llevaba unos días sin aceptar sus videollamadas y sólo se comunicaba con él por medio de mensajes de texto que dejaban un mal sabor se boca a Nam.

—Te dije que esa chica no era de fiar.

Llego Jin y se tiró al suelo junto a Nam quien esperaba sentado aún cuando ya todos se habían retirado a casa.

—No entiendo que sucede con ella, creí que las cosas entre nosotros estaban mejor que nunca. —Dijo Nam llevándose la manga del suéter a los ojos.

—Sabes que no la aprecio Nam, pero...—lo miró, —no quiero verte así, dime puedo hacer algo.

NamJoon dejo caer su cabeza sobre el hombro de Jin sin saber como reaccionar.

—Debo ir a buscarla.

—O podrías esperar, seguramente esta bastante ocupada tu debes saberlo mejor que nadie todas las responsabilidades que debe tener en este momento, TXT debe estar listo para cuando nosotros vayamos a...al servicio, ella hace un gran trabajo en el maquillaje solo por eso es que tiene que estar ahí, pero estoy seguro de que volverá por ti.

—Espero que tengas razón, la extraño demasiado.

—Oye quieres ir a tomar algo, podríamos relajarnos un rato, mañana podemos llegar tarde es jueves.

Nam se levantó y extendió una mano a su amigo que desde luego la tomó.

—Pienso que me vendría bien algo de distracción, podemos llamar a BamBam y Jackson hace tiempo que no los veo.

—Podemos si tu quieres. —Le sonrió.

NamJoon comenzó a llamarle a sus amigos, por fortuna ambos estaban libres esa noche y dispuestos a pasar un buen rato. Jackson les dio el nombre de un antro exclusivo en donde podían estar tranquilos lejos de luces y cámaras, un lugar que parecía ser bastante discreto discreto menos a simple vista, sin embargo al cruzar la puerta las luces neones iluminaban una gran pista de baile en donde chicas y chicos disfrutaban de la buena música que se escuchaba ahí. Nam de inmediato ubicó el gabinete al final de la habitación BamBam y Jackson ya los esperaban con bebidas entre las manos. Se saludaron de manera amistosa antes de tomar su lugar y pedir un par de botellas.