CAPITULO XXIX

Hola guapuras!!! Lo siento por haberme ausentado estos días, pero he estado de cabeza con los deberes de la universidad :c Espero que esta amratón de capítulos haya servido como disculpa c:. Ya saben, si les gusta la historia denle estrellita y compartanla con sus amigas para que asi esta comunidad de lectores crezca c: Espero que tengan un lindo día.

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Todos me miran.

Y es la sensación más horrible del mundo, al menos para mí. ¿Por qué diablos terminé viviendo a la fiesta de una chica que no conozco? Oh, sí claro. Mark y sus amigos me convencieron de “tomar un respiro”.

— ¿Es idea mía o nos están mirando? —pregunta Eric con el ceño fruncido.

—Creo que la miran a ella—responde Michael con su media sonrisa.

Yo por mi parte finjo ignorar a todo el mundo.

¿Qué tiene de malo venir a una fiesta con tres chicos que me caen bien? Definitivamente no so la primera chica en hacer algo como eso.

Es super malo, sobre todo cuando esos chicos son mega sexys, mega deseables. Me dice mi diabla interior.

—No sé si sentirme halagada o asustada por todas estas miradas—digo en un susurro.

Mark toma mi mano y le da un apretón amistoso. Su ligera muestra de afecto hace que mi corazón comience a latir con fuerzas.

Oh, vamos. Me digo a mí misma.

—Es tan genial que los tres hayan podido venir—dice una chillona voz.

Los cinco posamos la mirada sobre un alta y delgada—pero muy bien desarrollada—chica de pelo rubio.

—Alison—dice Lucas a modo de saludo.

Levanto mis cejas al ver como Alison se lanza sobre Lucas y le da un muy acalorado beso en los labios.

Aparto la mirada, por alguna razón ver eso me dio vergüenza ajena.

—Te dije que vendría con mis amigos—dice Lucas.

Ella nos examina y su mirada se detiene más tiempo en mi persona. Genial, otra persona que me mira fijamente.

Alison me sonríe.

—Se quién eres, todo el mundo ha estado hablando de ti.

Frunzo el ceño.

—Creo que me caes bien—me dice ella.

Frunzo más mi ceño. ¿debería de decir gracias a ese comentario?

—Solo déjala—dice Mark en mi oído—, no se puede ser linda e inteligente a la vez, menos para ella.

Río. —No seas cruel—digo fingiendo enfado.

Después de lo que parece una eternidad, las miradas comienzan a centrarse en otras cosas, he intentado separarme de los chicos, pero al momento en que me quedo sola, chicos que no conozco se acercan a mí para entablar “conversaciones” que no son nada agradables.

En más de una ocasión terminé siendo salvada por Michael y Mark.

—Esto apesta—digo enfadada.

—Ya acabará, verás como en unos días todo se enfría—Michael trata de consolarme.

—Nunca imaginé que mi último año iba a ser de esta forma.

—Casi la mayoría de las cosas nunca salen como las planeamos—responde Michael mirando su vaso de cereza.

Suspiro. —Lo peor es que extraño como eran las cosas antes—esas palabras salen de mi boca sin que yo las pesara.

Michael frunce sus cejas de forma divertida.

— ¿Cómo era antes? —pregunta y yo asiento— ¿extrañas encontrarte a Mark y discutir por el más mínimo detalle, que te haga la vida imposible, que te molestáramos por cualquier cosa?

Coloco los ojos en blanco. Él tiene un punto.

—No me refiero exactamente a eso cuando me digo antes—me excuso con una sonrisa—, me encanta como están las cosas en ese sentido—mi mirada se desvia sin querer hacia Mark—, pero echo de menos a mi mejor amiga.

—Creo que ambas tienen que hablar las cosas, si no nunca podrán volver a cómo eran antes.

Alzo mi mirada hacia él, es extraño que me esté dando ese consejo.

—No me mires como si fuera un alíen—dice riendo—. Tengo una hermana de trece años—me dice como si se estuviera justificando.

Río.

—Definitivamente los juzgue mal.

—Nos pasa seguido—dice sonriendo—pero no vallas por ahí esparciendo rumores de que este cuarteto de guapos chicos tiene sentimientos—me guiña un ojo—, tenemos una reputación que mantener.