EPILOGO

Los años habían pasado factura en las rodillas de Juliana, caminar ahora resultaba más lento aunque a esa edad no importaba la lentitud ya que el destino era seguro.

Al verla subir con dificultad los escalones Fernando se apuro a ayudarla a aproximarse a la banca más cercana donde ya la esperaba con una palanqueta de cacahuate.

Junto a Fernando ya había cumplido 49 años de matrimonio, años que no pasaron en balde.
Habían tenido 4 hijos y estos les dieron 9 nietos, ahora venia en camino el primer bisnieto.

—Cuanto a cambiado la vida –señalo Fernando al ver a una pareja tomándose fotos con una cámara digital.
—Esta vida nos supera cada día más rápido –asintió Juliana.
—Al menos aún te tengo a ti, sin ti ya me hubiera vuelto loco con tantos cambios.

Juliana se sonrojó como si fuera aún una joven y con dulzura tomo su mano.
—Nosotros ya vivimos y dimos todo lo que pudimos dar, ahora nuestros hijos están haciendo el camino para nuestros nietos. A nosotros solo nos queda disfrutar los últimos días que nos quedan.
—Habla por ti que yo apenas estoy en mi adolescencia –dijo Fernando mientras hacía señas con sus brazos tratando de enseñar sus músculos. Estos respondieron con un trueno en sus huesos a lo que Juliana soltó una carcajada.

—Andale niñato que pronto sera la hora de la siesta de la tarde –indicó Juliana mientras se levantaba de la banca.
—Creí que nunca lo mencionarías muero de sueño desde que llegaste.

Juntos emprendieron el camino de regreso a su casa con el ocaso a sus espaldas, atrás habían quedado esos jóvenes que se amaban con intensidad y ahora solo quedaban dos ancianos que cada tarde recorrían la alameda como tradición demostrando que el amor podía perdurar hasta el final de sus vidas.

Como cada día juntos caminaron con el atardecer hasta sus casas donde podrían disfrutar de sus nietos y conversar con sus hijos hasta que la noche llegara y todos se dispusieran a dormir.
Tradición que llevaron a cabo por otro par de años hasta que un día la paz eterna llego y así como recorrieron juntos la vida, juntos recorrerían el descanso eterno.

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