Capítulo 9: ¿Algo Más, Henry?

Después de haber pagado la cena y compartir mi número con Carlos, Henry me llevó de vuelta a la Corporación Kane.

-Te dejaré aquí por unos minutos, tengo que hacerme cargo de algunas cosas. Algunos paparazzis van a estar afuera de la empresa listos para tomar fotos “espontáneas” de nosotros. Debemos estar listos-ordenó.

-No hay problema con eso.

-Perfecto. Nos vemos después.-se acercó a mí pero antes de que hiciera algo más que solo hablar Briane asomo su cabeza sin siquiera haber tocado la puerta. Me enojó ese hecho.

-Ya he terminado todas mis tareas del día, señor.-Henry cerró sus ojos y soltó un suspiro frustrado. El también parecía molesto.

-Ya me voy. Cuida de ella-salió sin decir nada más y Briane me miró con una sonrisa apenada.

-¿Vamos a tomar algo?

-Claro-tomé todas mis cosas y simplemente la seguí.

***

Minutos después…

-¿Y cómo es él?-me preguntó la pelirroja en cuanto ya teníamos nuestros cafés y estábamos sentadas en una cafetería que estaba justo al frente del gran edificio de la Corporación Kane.- ¿Es romántico contigo?-hablábamos de Henry y nuestra “cita” de hoy.

-Algo así-dije mientras tomaba té y dirigía mi mirada grisácea a los autos y peatones que cruzaban las calles.-No sé si lo sabias en caso de que no hubieras visto las fotografías que nos tomaron esta tarde.

-Lo vi todo-sonrió de una manera maliciosa.-Estaban a punto de enrollarse frente a todo el campus. Y luego él te llevó a un restaurante cualquiera pero siguieron con eso de dos locos enamorados-su sonrisa se borró de inmediato y me miró seria.-Eso es algo bonito y dulce… pero recuerda que todos tenemos que seguir en la misma página. No te hagas ideas de nada de lo que hace Henry Kane. Todo es falso. Te lo advierto porque eres una amiga para mí.-tomó mi mano entre la suya en un gesto íntimo.

-Lo sé, Briane. La manera en la que hace todo es muy convincente pero debes de saber que no me dejaré llevar por nada-solté con cuidado mi mano de la suya ante su mirada. Me miraba de una forma en la que no podría explicar y si pudiera, no lo haría.

-No te vayas a enamorar de él, Lucia. No es algo… bueno. Henry Kane es algo diferente a un hombre cariñoso con sus mujeres lo que hace contigo es por…

-Por el público, ¿crees que no lo sé?-dije exasperada. Me exasperaba que ella siguiera repitiéndome lo mismo como si le importara tanto yo… o él.-Y no me voy a enamorar de él. Tenlo por seguro, él no es mi tipo-sentí una punzada en mi cabeza. No, un dolor de cabeza ahora no, por favor.

-¿Y cuál es tu tipo?

-¡¿Te podrías callar ya?!-sus ojos azules se abrieron como platos ante mi grito. Tomé los lados de mi cabeza con mis manos y cerré mis ojos.

-Cálmate. Solo quería hablar contigo, no hacerte enojar.

-Lo siento mucho, Briane, pero es que no puedo controlarme más. Tengo mucha presión sobre mí ahora, no necesito que me des más razones para estresarme y me explote la cabeza.-No las lágrimas, no, por favor. Y ahí venían las lágrimas.-Actuó como si esto fuera algo fácil  y sencillo. Actuó como si mi vida fuera normal y no tuviera más problemas que el dinero cuando no es así. Actuó todo el tiempo para no mostrar que en realidad soy un pez fuera del agua.

Sollocé y Briane se levantó de su asiento para consolarme. Tapé mi cara con mis manos esperando que mi maquillaje no se corriera tanto. Llamé la atención de varias personas pero no me importaba. Ya no me importaba nada. Me calme y cuando lo hice la pelirroja volvió a su asiento y tomó mis manos entre las suyas y me dio su sonrisa amable mientras me miraba a los ojos.

-Lo haces bien, Lucy. No tienes porqué preocuparte por ello. Sabes que si tienes otro problema puedes hablar conmigo sobre ello. Somos amigas.

Somos amigas. Y yo ni siquiera quería decirle sobre mis problemas personales. Pero no era necesario, ¿o sí?

-¿Estamos bien?-frotó sus pulgares sobre la piel de mis manos.-No quiero que estés enojada conmigo.

-Todo está bien-le sonreí reconfortándola.

-¡Eso es fabuloso! Si quieres podemos irnos e ir a escuchar algo de Pink, ¿qué dices? Así fortalecemos la amistad.-me guiñó un ojo.

-Trato-estrechamos nuestras manos y nos reímos.-Solo por favor ya no me molestes más con Henry… es incómodo.

-Bien, ya no lo haré. Lo prometo. Pero, tú prométeme a mí que no vas a seguir maltratando mentalmente de esa manera.

-Yo… yo… Te lo prometo-afirme aunque por dentro una vocecita me decía que tal vez no iba a ser así. Después de todo, Briane no sabía casi nada de mí. Ni yo de mí misma.

***

Cuando terminamos nuestras bebidas volvimos a la oficina de Henry, hablamos un poco de ella y yo le hable un poco de mí. Briane Kens poco a poco llegó a ganar mi confianza.

Ya cuando Henry había terminado de hacer lo que debía ya eran más de las seis de la tarde. En cuanto él llegó Briane se fue un poco molesta pero siempre seguía sonriendo como siempre.

-¿Cómo te sientes con tu nueva vida fingida?-dijo el mientras se servía dos dedos de whisky en un vaso de cristal.

-Es algo cansada. La verdad es que estaba demasiado cansada-hice una mueca.

-Por fin alguien que se da cuenta de mi dolor-bebió de su vaso mientras me miraba a los ojos.-Ósea, no es que no me guste mi vida. Todo lo contrario, solo es que a veces puede ser agotador tener a personas que siempre te juzgan por cada cosa que haces.

-Te entiendo. Puede que seamos de mundos diferentes pero te entiendo.

-¿Quieres escuchar algo divertido?-sonrió mostrándome sus dientes blancos y perfectos.

-A ver, dímelo.- Estaba sentada en la silla de cuero al otro lado de su mesa y él estaba recostado en ella a mi lado.

-Si te soy sincero yo nunca he llevado a ninguna de mis mujeres en mi auto a pasear mientras escuchamos una de mis canciones favoritas o llevarlas a alguna cita.

-¿Ah sí?-me sentí sorprendida. Yo tampoco había hecho eso con ningún hombre pero no quise decírselo. Lo mío solo era tener un polvo y ya. Con la única persona con la que había pasado más tiempo y que esa persona fuera un hombre que sintiera cariño hacia mí era mi mejor amigo.