Capítulo 1

🍂Capítulo 1🍂

Jolie'

Hoy he estado dando vueltas por toda la casa, como si estuviese más torpe y distraída de lo normal, quedé mal desde ayer que vi un corte comercial sobre la entrevista que tiene programada Alessandro Livingstone hoy en un programa de espectáculos, inicia a las cuatro de la tarde, cerca del horario en qué llevó a la niña a jugar, no sé si tengo miedo o curiosidad de saber sobre ellos, si están bien, si han hecho su vida, si salen con alguien. «Calma, solo hablará de él mismo, quizá ni siquiera lo mencionará»

— ¿Ya vamos al paique, mami?—insiste mi bebé haciendo pucheros.

Adora el parque que está a un par de cuadras de la casa y tiene muchos amigos del fraccionamiento que van ahí a todas horas. Debe estar anciosa por verlos.

Para mi pequeña Abi el mundo es una cajita de caramelos, todo el tiempo encuentra porque ser feliz, es tan positiva como Daen, de hecho ha adoptado mucho de su personalidad, lo bueno y malo. Es muy cariñosa aunque también de carácter fuerte y algo caprichosa,  quizá por tantos mimos por parte de mi mejor amigo a quien desde siempre ha considerado un padre. 

He intentado que no sea así, que entienda que somos nosotras dos y el resto, no le podría adjudicar ese cargo a él, quiero que sea tan libre como para decidir hacer su vida lejos de nosotras en el instante que se le dé la gana. Aunque lo veo complejo, pues todo el mundo por aquí asegura que somos pareja y él nos presenta como tal, de algún modo es tierno verlo tomar esa postura.

—Ya está el abligo, ya—se lo coloca buscando apresurarme.

Particularmente estás fechas le encantan, esta temporada es de sus favoritas e intenta ponerse todo lo que está a su alcance en el closet sin desperdiciar uno solo de los días para colocarse los abrigos de los percheros,  tiene muy buena intuición para vestirse y combinar, secretamente entiendo ese don que tiene para todo, es muy intuitiva e impulsiva al expresarse.

Además es tan hermosa, parece una muñequita con lo que decida ponerse, sus grandes ojos grises resaltan entre su espesa cabellera chocolate y su piel morena, tiene la travesura de Isaí, sus mejillas brillantes y aunque sé que es casi imposible sus gestos.

Cada vez que la miro pienso en él y en lo afortunada que me siento de llevar una parte de los dos siempre conmigo, ese pedacito de nuestra historia, y sigue esa espinita de saber ¿qué habría pasado si…?

La veo ponerse sus botines cafés favoritos en combinación de su vestido beige de cuello de tortuga mientras de fondo en la TV escucho la entrevista que le hacen a Alessandro.  Los años le han sentado muy bien, sigue igual de fresco y atlético, pero ahora más robusto. Siempre ha sido atractivo, aunque  los treinta le han dado un aire seductor muy favorecedor. 

La conductora ríe de vez en cuando en medio del coqueto y nerviosismo de tener a su lado a una celebridad como él, no la culpo, los primeros días que lo vi en persona actué peor a pesar de no sentirme atraída.

— Anteriormente te han visto en diferentes ocasiones del brazo de un chico, saliendo de un restaurante, asistiendo a eventos, en fechas importantes  y recientemente vacacionando el pasado verano en la playa.

Alessandro forma una perfecta mueca de asombro, lo toma tan natural y divertido que la incomodidad no es parte de su semblante. 

En una ventanilla en la esquina superior de la pantalla pasan diferentes  imágenes borrosas por la lejanía del paparazzi a los dos hombres; en una caminan del brazo, en otra incluso le está llevando un cubierto a la boca, la última parece muy antigua, actualmente Aless ni siquiera lleva ese look.

¿Qué sospecha el medio? 

Lo sé, físicamente son muy diferentes.

— Es verdad, disfruto mucho su compañía, cuando deje mi país de las cosas más complejas que tuve que asimilar fue el distanciamiento entre los dos. Me tocó ser fuerte por ambos. 

— ¿Desde cuándo se conocen?

— Desde hace mucho—vacila con vivacidad. 

— ¿Llevas una relación muy íntima con este misterioso chico?

— Demasiado, es algo frío pero si ocupa un abrazo se lo daré, así como un empuje o golpe cuando diga que no puede más. Estoy bromeando—aclara lo último.

— Mencionan que este hombre, joven... Lleva un par de años abriéndose paso en el mundo del modelaje en Alemania, parece seguir de cerca tus pasos.

— Si, y va por muy buen camino, es muy disciplinado y su aceptación por el público es sorprendente. 

— ¿Y no has pensando que te esté usando como medio para escalar como se rumora por todas partes?

— Si, siempre ha sido aprovechado conmigo, pero así lo quiero.

— ¿Siempre? 

— Desde que nació, lo conozco desde niño, creeme el tiempo le hizo un favor, antes estaba curiosito.

Reí levemente, un tanto nostálgica, Alessandro no luce feliz, ni siquiera completo, no es el chico con el que conviví hace años.

— Mami ya—Abi me agita un poco por la blusa buscando mi atención.  

— Ya vamos mi amor, solo dame un segundo más. 

Observo las falsas risas, las sonrisas sin felicidad, las miradas sin brillo, la sensación de tener que seguir adelante estancado por dentro. Lo reconozco porque la he vivido estos tres años y aún más desde hace tanto.