Mar en versión beta

Volver a Driftwood debía ser temporal. Par de meses, algunos favores, cero drama. Pero eso era antes de cruzarme con Kai Mercer.
Cuatro años atrás era mi persona favorita.
Ahora me mira como si fuera un incendio que no quiere apagar… pero no puede dejar de observar.

Intento evitarlo. Él intenta ignorarme.
Nadie lo logra.

Driftwood es demasiado pequeño, nuestras historias demasiado enredadas, y la tensión entre nosotros… bueno, esa ni siquiera se molesta en disimularse. Esa que aparece en cada roce accidental, en cada frase a medias, en cada momento en el que ninguno de los dos quiere ceder primero.

No sé si aún me odia.
No sé si yo debería acercarme.

Pero si sobrevivimos al pasado… quizá lo más peligroso no sea lo que rompimos, sino lo que todavía puede encenderse.