Capítulo 1

Relato 1

Los oficiales dicen que estaba loca, pero para mí ella estaba bien, todo el tiempo solo hablaba de lo que quería lograr, hablaba como fue su infancia.

Relato 2

Ella era muy divertida, todo el tiempo se la pasaba bromeando en el trabajo, cuando llegó al vecindario él la acogió y ella se adaptó muy rápido al lugar, por lo menos  eso era lo que veía.

Relato 3

Ella desde pequeña siempre fue diferente, mis padres nunca se inclinaron por una de las dos, ellos siempre nos amaron y nos acogieron a las dos de igual manera. Recuerdo cuando se iba a mudar, ella estaba muy feliz, podía iniciar desde cero y llevar una vida llena de cosas nuevas.

Relato 4

La conozco desde la secundaría, cuando llegué a la escuela no me llevaba muy bien con los muchachos y ella me ayudó, siempre me invitó a pasar tiempo con ella y se convirtió en una gran amiga para mí. Me había contado de su viaje, ella de verdad deseaba eso. Era algo que ella quería.

1Ro de marzo año 2016.

El camión de mudanzas va detrás de mi camioneta. Mientas voy corriendo por la carretera solo hago pensar en que aquel aire fresco, suave se sentía tan bien respirarlo: respirar aire nuevo, llegar a este lugar y empezar desde cero. Ver estas calles, lo lindo que era todo a diferencia de las calles de Manhattan: las edificaciones, los parques, todo. — ¿No es fantástico? —Le pregunto a mi mejor amigo Lucas, quien estaba sentado en el asiento del acompañante. Él me mira y sonríe —lo es. Sonrío y miro por el retrovisor y veo que el camión está a unos cuantos carros detrás de mí. Disminuyo la velocidad para que me alcance. La música que sonaba en la radio serbia de fondo y encajaba perfecto con el ambiente aventurero. Puedo ver mientras conduzco, que este parecía ser otro cielo que me cubría, un hermoso azul lo bañaba y no se veía una sola nube. El sol brillaba esa tarde, casi tanto como mi sonrisa. Miro a Lucas, él parecía estar emocionado.

Subo la música a todo dar, una de mis canciones preferidas sonaba en la radio en ese momento: I Wanna Love You. Subo la radio y empezamos a cantar a todo pulmón, mientras la brisa que entraba por las ventanillas golpeando mi cabello dorado.

Despúes de barias horas conduciendo llegamos: parqueo mi camioneta frente a la casa.

—Entonces es tuya —dice él bajándose del vehículo.

—Sí —afirmo cerrando la puerta de golpe.

Puedo escuchar como el motor del camión se detiene justo detrás de mi camioneta.

Miro a mi alrededor y mientras más lo miro más me enamoro de este lugar. Inhalo, exhalo. Amo ese aire puro que puedo respirar. Nada comparado con el olor a dióxido de carbono que expulsaban los carros en las calles de Manhattan. El aire me abraza desde que llegué a este lugar dándome la bienvenida.

— ¿Me ayudaras o te quedaras parada buscando mil razones por las cuales amar este lugar? —Dice él entrando unas cajas a la casa.

Suelto una carcajada.

Empiezo a bajar las cajas del camión.

Cuando estoy llevando unas sillas, me doy cuenta de que uno de mis nuevos vecinos está en su jardín barriendo el césped. Lo miro y le sonrió. Él se pone derecho y me saluda con la mano y una linda sonrisa.

—Vaya, hasta los vecinos de por aquí se ven bien —digo mientras llevo las sillas.

Todo en la sala estaba repleto, así que llevo las sillas hasta la cocina.

—Creo que eso es todo —dice Lucas entrando con unas lámparas en las manos.

—Ponlas en el suelo. ¿Tienes hambre?—. Me acerco a él.

— ¿Qué tal si damos una vuelta a ver si encontramos algo de comer?

— ¿En serio?, son las tres de la tarde, todos los locales están abiertos a esta hora —sonrió.

—Bueno, es cierto. Yo conduzco esta vez —dice tomando las llaves de la isla de la cocina.

Me subo a la camioneta y aun puedo ver el guapo vecino limpiar su jardín.

—Vamos—. Él arranca.

Vamos corriendo por la calle Main.

— ¿Entonces, así es como se inicia un nuevo capítulo? —Pregunta Lucas mirando hacia el frente.