Capítulo 51

LESTER

Veo a mi hermana dar vueltas en el escenario de la manera más elegante y sutil de todas. Su vestido largo, brillando bajo las luces del reflector la hace lucir como un ángel.

Mis ojos se llenan de lágrimas al verla ahí. Mantiene el rostro sereno pero aun puedo notar la felicidad acumulada en sus ojos, la manera en que se mueve como si realmente hubiera sido creada para esto. Quizás es así, quizás este es el comienzo de algo muy grande para su vida y me emociona tanto poder presenciarlo.

Clay la sostiene y no aparta la mirada de ella, la observa enfocado y concentrado, pero con un brillo especial en s mirada. Uno que puedo reconocer en los de otra persona.

Giro mi rostro a la derecha y noto que Douglas está atento a todo lo que sucede en el escenario con una sonrisa en su rostro. Me detengo un instante a observarlo y pensar en todo lo que este chico tuvo que soportar desde su infancia, todo el dolor y confusión que llegó a sentir, lo mal que lo pasó para que haya decidido cerrar su corazón.

Veo su rostro como nunca antes lo había visto antes. Sus ojos grandes y oscuros, su cabello despeinado intencionalmente y sus labios, que me han besado varias veces y que espero vuelvan a hacerlo muchas más.

Luego giro hacia mi izquierda, Angeline sostiene el teléfono en sus manos grabando el momento pero sus ojos no se encuentran en la pantalla, ella mira a mi hermana que se ha convertido en una nueva amiga para ella. Sus ojos están cargadas con lágrimas y su sonrisa es amplia. Al igual que Douglas, esta chica pasó por tanto pero está aquí, siendo una gran amiga. Una que siempre llevaré en mi corazón.

Luego, como si fuera un espectador, me veo a mí. Sentado en medio de un chico que solía conocer como “el malo” y la chica que no era más que “la popular” ambos son ahora, mis amigos, ambos me quieren y yo a ellos. ¿Cómo es que llegué a este punto de mi vida? ¿Cómo es que alguien como yo obtuvo algo tan especial?

Trago saliva y regreso mis ojos al frente, mi hermana gira sobre sus talones y mi corazón explota de orgullo. Tania merece todo lo bueno en este mundo y sé que lo obtendrá.

Sé que desde allá arriba, Dios que me guio a este momento. Que aunque muchas veces no tenía sentido nada de lo que estaba pasando, Él sabía que si confiaba en Él, todo estaría bien.

Aun no es el final de mi vida o de mi historia, es tan solo el primer capítulo y aunque lo que sea que me espere en el futuro no sea mundialmente trascendental, sé que estaré bien. Sé que las personas correctas me acompañarán en mi vida y sé que, aun durante los días grises encontraré los rayos del sol colándose entre las nubes cargadas de lluvia.

Y si llueve, quizás solo tenga que bailar bajo la tormenta.

La presentación termina y yo sin pensarlo, me levanto de mi asiento y aplaudo con fuerza. — ¡Tania! —Grito—. ¡Bravo!

Algunas personas me voltean a ver confundidas pero no me detengo, estoy orgulloso de ella, de ser su hermano y de cómo ha afrontado sus propias adversidades. Mi hermana menor es fuerte y valiente, no es nada de lo que papá ha dicho sobre ella, está ahí, creando su propio futuro.

— ¡Tania! —Douglas se levanta también—. ¡Bien hecho!

Angeline se levanta a mi lado. — ¡Tania Gómez la mejor!

Mi hermana me mira con los ojos abiertos, luego sonríe y unos pequeños destellos se reflejan por la luz. Está llorando, de felicidad. Del único tipo de lágrimas que debería conocer.

— ¡Hermoso! —Grito de nuevo.

— ¡La mejor! —Angeline celebra.

Los tres gritamos como si ella fuera nuestra artista favorita en todo el mundo. Tania levanta la mano y saluda, haciendo una reverencia. Las personas a nuestro alrededor se levantan también y aplauden.

Y este es uno de esos momentos, que jamás olvidaré.

Mis papás se van a divorciar, yo iré a la universidad, la vida no se detiene y no sé que pueda suceder, por muchos planes que haga. Lo único que quiero es vivir, sentirlo todo y estar al lado de las pesonas que quiero.

Douglas estira su mano y toma mi meñique con el suyo, Angeline me da un codazo sonriendo.

Como ahora.