Capítulo 41 De a dos

De regreso en la casa de Vir, Charlie le consultó a Vir como venía su semana, ella le contó que ese Lunes era particularmente atareado, porque tenía una cirugía importante en un animalito pequeño y debía revisar a un caballo por la tarde. Su lista de tareas de la semana era larga; tenía que ir al supermercado, preparar una reunión con Fer para unos inversionistas extranjeros de la bodega del hotel, éstos últimos tenían una super propuesta y la asustaba un poco. Tenía una cita con el oftalmólogo, una reunión de padres que tenía que arreglar con Ger para ver quien iba y algunas otras cosas menores. Le contó que Roma terminaba su día entre las  730 y las 2030 pm dependiendo de si tenía natación. Su colegio, bilingüe y con variadas actividades, la había preparado para las largas jornadas durante su primera escolaridad. Roma tenía planeado seguir los pasos de su mamá para ser veterinaria.

Charlie no tenía grandes planes para la semana, revisar un guión, repasar otro, una reunión con un exportador amigo de Fede para sus vinos, con quien había hecho crecer su marca; su producción había llegado a darle márgenes insospechados, se había colado entre los vinos más vendidos sin siquiera pensarlo. Ante todo esto, le dijo a Vir: 

- me encantaría ir al supermercado, comprar tranquilo, sin fotógrafos ni gente acosándome, de eso definitivamente me encargo yo, porque ya hicimos la lista antes de irnos

- de verdad? muchas gracias! Sería genial

Roma le avisó a su mamá, más bien le rogó que la dejara usar el transporte público para ir al colegio junto a Mariana, porque allí verían al chico que le gustaba a Roma. Vir no estaba segura, pero al final accedió de pocas ganas, ante la insistencia de la niña y el apoyo de Char 

- por favor, mamá, todos los chicos del barrio lo usan 

- pero normalmente las llevo y me quedo más tranquila, dijo Vir, no me hagas esto Rom

- Vir, no creo que sea tan malo que vaya con sus amigos, ella es responsable, dijo Char, mientras le guiñaba el ojo a Roma 

- Si mamá, lo soy

- ¿así será esto? 2 contra 1, ok estoy perdida, está bien Roma, podemos probar esta semana si todo sale bien, no hay problemas, me da miedo lo que es tan temprano. Sé que regresas sola a veces, sii, lo sé, los padres de Mariana me lo han dicho

- Es que te asusta tanto mi seguridad mamá que no quería decirte que no todos los días ellos nos buscan

- Está bien, entiendo que tenés que tener más libertad en ese sentido

Antes de dormir repasaron la lista del supermercado, ya que Char no se manejaba al 100 % en español, para él poder hacer la compra sin Vir era toda una aventura.

Se durmieron abrazados viendo tele, no sin que antes Char le pidiera que despejara una pequeña porción del vestidor, porque quería dejar algunas de sus cosas de forma permanente allí, también quería comprar algunas más para no tener que trasladar mucho equipaje cada vez que viajaba. A Vir le dió risa porque no se imaginaba cuanto espacio necesitaría él, jamás había compartido ni su cuarto ni el vestidor, le emocionaba la idea de él de instalarse. La felicidad les sonreía.

Por la mañana Vir acompañó a las chicas hasta la salida del barrio y volvió a ducharse, allí la alcanzó Charlie, quien arrancó temprano su día, al salir de la ducha comenzaron a besarse juguetonamente hasta que terminaron haciendo el amor de manera muy dulce y poco usual en ellos. Bajaron a desayunar y Vir se llevó el auto, dejándole a Charlie la camioneta, pero con la advertencia de que no saliera más allá del centro comercial del barrio, ya que no tenía permiso para conducir el auto, una tarjeta especial que se solicita en el país, prometió tramitarlo esa misma semana con un gestor así podía usar los vehículos con tranquilidad.

- Mi amor, hablá con él por teléfono y yo me encargo de realizar los trámites, así no tenés que agregarte otra tarea 

- Me parece una idea genial, enseguida le llamo y le pido que se comunique con vos.

Vir se fue a la clínica y comenzó a preparar la cirugía de esa mañana, se había convertido en una veterinaria de renombre y le gustaba su profesión.

Cuando terminó la cirugía, todo había salido bien y estaba muy contenta. Recordó que debía llamar al gestor y así lo hizo: 

- Buenos días Sr. Martin, ¿cómo está? Le habla Virginia Evans 

- Dra. Evans ¿cómo le va? En que puedo serle útil 

- Quisiera contactarlo con mi pareja, para que Ud. pueda realizarle todos los trámites así él puede utilizar mis vehículos 

- No hay ningún problema por favor podría decirme cuál es el nombre del Sr.

- Charlie Hudson 

- Ud. dijo Charlie Hudson? ¿Cómo el actor de cine? 

- Si Sr. Martin, casualmente esa es su profesión, le envío el número de él por mensaje si está de acuerdo 

- ¡¡Por supuesto!!

Cerca del mediodía Char la llamó para preguntarle algunas cosas que no entendía de la bendita lista del supermercado que habían preparado y donde buscarlas. Le confesó que se había emocionado comprando cosas durante la mañana, incluso en el supermercado. Ella solo sonreía de escucharlo tan contento.

Vir llegó a casa pasadas las 14, algo tarde, se demoró con pequeños pacientes de último momento, Charlie había preparado un excelente almuerzo, se sintió agradecida de su buena voluntad. También había acomodado el pedido del supermercado porque le gustaba mucho el espacio que Vir había destinado para los insumos. Una puerta de granero vidriada escondía una despensa con muchos estantes llena de frascos, pulcramente ordenados y todo lo que se pueda desear para una cocina, incluso canastos de mimbre para las galletas y paquetes que no pueden abrirse antes del consumo, sumado a muchísimo espacio.

Cuando Vir subió a cambiarse para poder almorzar, encontró que Charlie había acomodado el vestidor a su gusto, reasignado muchas de las cosas de Vir, pero dejando todo muy ordenado, sonrió al pensar que el británico se estaba adueñando de la casa habitación por habitación. Charlie entró tímidamente al cuarto con sus manos en los bolsillos y le dijo: