Capítulo 30. Huir

—... Y con ello obtendrás el resultado —Anotó la respuesta que yo creo que es, después de que con ello finalizó el último ejercicio—, Perfecto.

Me sonríe Matías y con ello trago saliva.

—Eres muy bueno —Apunta Alexa.

Nos encontramos en el comedor, donde Angi está muy al pendiente en su celular, Alexa de nosotros dos... y Aranza de mi.

—Vaya que si lo es —Así que por fin habla Aranza después de veinte minutos de vernos como Matías me ayudaba—. Matías... ¿Crees que también a mi me pudieras ayudar a estudiar?

Ambos la observamos yo con cara de descaro y él con cara de burla. Ya que bueno... Está jugando con su cabello de una manera un tanto coqueta, ruedo los ojos por ello. 
Cierro mi cuaderno y acuesto mi cabeza sobre mis brazos.

─Seria bueno que comieras algo antes de entrar a clases, lo mas seguro es que te quedes dormida si no lo haces ─Ruedo los ojos, ¿Como sabia él que me sucedía eso?

─Mmmm... Lo pensare ─Su mano se posiciona en mi cabeza y me acaricia con esta, me levanto a toda prisa ─, esta bien lo hare.

Ambos nos observamos, y agarro mi sandwich con mucha amargura y le doy un mordisco al momento en el que le sonrió. Él sonríe de lado, Aranza hace un carraspeo al momento que finge incomodidad de garganta.

─Creo que no me siento muy bien ─Todo mundo la ve de reojo, hasta Angi que no apartaba la vista de su celular─, tal vez deba de ir a la enfermería, ¿Crees que puedas acompañarme a esta?

Claramente esta observando a Matias con aquellos "ojos", sonrío ante eso... Claro que no iba a dejarlo fácil, pero quería ver que pasaría a continuación ya que Matias si que la había ignorado... Y aunque suene absurdo me había alegrado que no le prestara atención ya que si él continuaba así haría todo el trabajo por si mismo, y eso significaba que ya no tendría que hacer enojar a Matias por ponerlo cerca de mi y que él no le prestara atención.

─Yo no te veo muy mal, de hecho si te veo bien...

El chico no termina su frase debido a que soy un grito un poco chillón. La cafeteria me presta atención, o bueno en todo caso nos presta. Me volteo a toda prisa.

Amber se encuentra frente a mi sosteniendo en lo alto de mi cabeza una botella de agua vacía, porque en efecto el agua se encontraba derramada por todo mi cuerpo.

─¡Oh, lo lamento! ─Se tapa con ambas manos su boca mientras cubre su cínica sonrisa─, salió volando el agua.

─No me digas ─Tomo unas cuentas servilletas mientras me trato de secar─, pues que tonta por dejar caer toda una botella.

─¡Uuuuh! ─Se escucha todo un coro por el comedor.

Pff lo que me haca falta que medio mundo nos prestara atención.

─Amber... ¿Que estas haciendo? ─La voz de Matias llama la atención de los que estamos cerca─. No necesitas que todo mundo este en tu contra .

─No es como si ella fuera alguien importante —Estoy segura de que me hubiera lanzado contra ella, pero Matías se interpuso entre ambos.

Me tengo que parar de puntitas para poder ver la cara de Amber por encima del hombro de Matías.

—Para mi lo es, es momento que te detengas con tu escena de celos —Si continuaba hablando era muy seguro que los rumores que empezaron temprano, se confirmarían en estos instantes—, que por más que trato de ser amable contigo, quiero que lo entiendas... Tu y yo no pasará, supéralo.

Trago saliva, me volteo disimuladamente. Empiezo a guardar mis cosas a la mochila, lo mejor es que no esté aquí mientras Amber este de loca y Aranza descubra un poco más de la realidad que sigo yo sin comprender del todo.

Y empiezo a salir entre la multitud qué hay mientras Matías continúa alegando con Amber. Para ser honesta nunca la había visto tan loca por alguien, pero tal vez se deba a que Matías es un chico muy guapo y se porto amable con ella desde un inicio.

—¿A donde vas?—Me Susurra Alexa mientras me agarra por el brazo.

—Estoy harta de los dramas —Le confieso—. Y no quiero estar presente cuando Amber y Alexa unan puntos importantes.

—No podrás seguir huyendo siempre Alison —Me quedó helada—. Es lo único que has hecho.

Pero sin más me suelta y hace un gesto con la cabeza para dejarme ir, cuando me encuentro en el pasillo me recargo en uno de los casilleros. 
Es lo único que he estado haciendo de Matías, huyendo.

Para ser honesta aquel chico ni si quiera debería de estar interesado por mi. 
Primera razón, le confesé que estaba interesada en alguien más. 
Segunda razón, conocía mis antecedente amorosos y sabía lo que pasaba siempre. 
Tercera razón, lo trate de usar para poner celosa a Aranza y que no consiguiera lo que ella quería... Eso no estaba bien.

Debería de odiarme por tan si quiera llegar a tratar de hacer eso, hace unas semanas atrás lo había dicho, Matías no era un objeto. Sin duda debería de alejarme de él ya que mis intenciones de un inicio por acercarme a él no eran las mejores. Yo no debía de ser así.

El timbre de cambio de clase suena, y se que debo de regresar a la realidad. A mi realidad y dejar de enfocarme en cosas tan tontas como lo estuve haciendo en las últimas semanas.

Empiezo a caminar por el pasillo hacia mi salón, me tocaba matemáticas. Sabía que se sentaría tras de mi.

Entró en el salón y me acuesto en la butaca, lo único que quiero ya es dormir. Hay muchas cosas en mi cabeza desde la mañana y al rato enfrentaré otra.

—Muy bien todos atentos —Me imagino que la mayoría del salon ya se encuentra aquí para que el profesor empiece a hablar—. Habrá examen sorpresa, para que por favor alguien despierte a Alison.

Risa por el salón se escuchan, pero me levanto todavía no me encontraba dormida. Como dije estaba marcada.

—Guarden todas sus cosas —Continúa el profesor hablando mientras pasa a cada butaca entregar una hoja—. Solo necesitarán un lápiz, no quiero ver nada más.

Y es lo que todo mundo empieza a hacer, yo busco un lápiz en mi mochila que por fortuna lo encuentro a decir verdad es lo único que tengo para escribir disponible en mi mochila. 
Y me coloco lista para dejar más de la mitad del examen vacía.