Capítulo 40. Pond

—No me quiero levantar —Alexa se la pasaba empujándome una y otra vez—. Me quiero resignar de la vida. ¿Dónde se da de baja de esta?

La risa de mi amiga solo provoco que gruñera más. No quería ir al campamento y era muy temprano para levantarme en un sábado.

—Es por tu calificación amiga —Levantaba la mano y la agitaba tratando de ahuyentarla.

—Déjame dormir —Susurre de nuevo un tanto gruñona—. Nadie notará la diferencia de si estoy o no.

—Aranza se lanzará a Matías sin dudarlo dos veces, bueno esta mas que claro que Matias no le hará caso, pero aun así insistirá mucho... Sin mencionar que tenga en mente ─Suspiro, quito la colcha mientras me levanto.

─Conste que solo iré por el simple hecho de que necesito puntos en matemáticas y no por otra cosa ─Se lo digo mientras bostezo y me tallo los ojos─, entrare a bañarme.

─Yo ya lo hice ─Abro un poco mas mis ojos para ver a Alexandra envuelta en una toalla─. Me gusta tu baño.

Escucho con ríe un poco, niego con la cabeza mientras quito la colcha de todo mi cuerpo y salgo de la cama, pero en cuanto lo hago mi pie se atora en un pedazo de tela de la misma colcha y resbalo, provocando que la mitad de mi cuerpo quede en el piso y la otra en la cama. Por desgracia mi cachete es el que mayor dolor se lleva.

─Empezando a la perfección el día ─Mi amiga ríe mas.

Salgo corriendo al baño, si haré otra Alisonada que sea en la comodidad de mi baño y no en la cara de Alexandra.

Por desgracia tenia razón, las desgracias me persiguen en toda la mañana.

En el baño se cayó el shampoo en mi dedo meñique, aparte de que grite cuando lo levante y este me cayó en el ojo, si grité doblemente. Para cuando termine de bañarme y me cambie, me tropecé en el ultimo escalón de la casa no solo provocando caer yo al piso, si no también romper un jarrón. Si eso no fue poco debo de decir que mientras desayunábamos con mi mamá, en el intento de tomar café me queme la lengua un poco pero esto provocó que me sobresaltara ocasionado que todo el café se derramara en mi blusa, tuve que subir a cambiármela. La cosa no terminaba ahi. Cuando ya por fin nos fuimos con nuestras mochilas y botanas para el camino. Cuando Alexa se estacionó en la escuela, y baje y cerré la puerta mi mochila se quedo atrapada y no me di cuenta así que la jale por instinto y me resbale.

─¡Ah! ─Grito uno muy largo y prolongado─. ¡La peor mañana de todas! ¡Ya me resigne, ahora si me daré de baja de la vida!

Mi amiga no paraba de reírse y eso provoco que gruñera mucho.

─No es gracioso ─Se lo digo entre dientes─. Tengo la peor suerte de todos los tiempos.

─A veces pienso que mi vida no es tan buena, te veo y me pongo a reflexionar que tal vez no es tan mala y agradezco que no me pase lo que a ti te sucede ─Me ayuda a levantarme, mientras que abre la puerta del carro y saca bien la mochila y me la da─. Es un mal día Alison, no una mala vida.

─Parece como si realmente fuera un mala vida.

─Oh cariño, créeme no lo es ─Pasa su mano por mi cabello mientras me sonríe de lado un poco triste─. Solo estas teniendo un conflicto en tu mente que no prestas atención en lo que haces y provocas tus propios desastres.

Suspiro.

Vaya conflicto.

Empezamos a caminar al camion donde ya muchas personas están reunidas al rededor. Y si, ahi está Aranza, al igual que Amber no me sorprende mucho verla aun cuando no vaya en nuestro salon. Tambien esta Adam no me sorprende que haya venido por sus puntos extras, lo que me sorprende es verlo conversar con Matias mientras que mi mejor amigo frunce mucho el ceño y Matias parece relajado y sonriente.

Alexa y yo nos damos cuenta de esa escena, ella simplemente se encoje de hombros mientras niega con la cabeza. Claramente su respuesta es de un "no me mires a mi yo no se nada". Suspiro, pero ver el odio de mi amigo hacia él se debe de varias cosas "justificadas" según Adam provoca que sonría un poco, después de una mañana amargada saber que el mundo gira como siempre provoca que me ponga un poco de buenas.

─Hasta que sales de tu escondite ─Los ojos entrecerrados de mi mejor amigo me dice que lo he estado ignorando por días─. Pensé que te habías quedado dormida.

Abro la boca para decir algo pero me atraganto con mi propia lengua y empiezo a toser, Alexa me ayuda a levantar los brazos ya que es bueno cuando uno se atraganta mientras se ríe.

─De hecho si estaba dormida ─Lo menciona mi amiga mientras la veo feo por confesar eso─. Tuve que persuadirla.

Por alguna extraña razón mi amigo parece un poco tenso ver a Alexa, ¿Por que lo hace? A veces parece estar de esa manera, pero no lo había notado que se ponía así cuando Alexa estaba a la redonda.

—Necesitaba esos puntos extras —Matías medio sonrió.

—Si claro puntos extrañas —Mi amiga me dio pequeño golpe con su cadera, pero estaba distraída y me balance un poco hacia adelante, tropezando un poco—. Fue otra cosa.

Como me balance un poco Matías me tomo por el hombro, un poco apenado ante la situación lo retira al instante.

—Tu y yo tenemos que hablar —Dice mi amigo con cara muy desafiante.

Y se que no puedo huir, porque eso llevaba haciendo desde hace días. Llego el momento de enfrentarlo, abro la boca, pero las palabras no salen de la mía.

—Es momento de irnos —Un megáfono me aturde por completo, debido al que el profesor de matemáticas lo está utilizando a poco centímetros de mi cara—. Se reunirán en equipos, algunos de tres personas otros de dos.

O tal vez no era momento de hablar. Y estaba bien, de todos modos no quería hacerlo. En el estacionamiento se escucha un coro de susurros sobre la forma de equipos, ya muchos estaban buscando parejas.

Sin más el profesor se empieza a reír.

—Está es una excursión escolar, no crean que será así de fácil. Ya asigne los equipos —La mayoría de los alumnos empezaron a quejarse, el profesor le picó al botón de alarma y todo mundo de cubrió las orejas, si hasta yo tuve que hacerlo, sin más se empezó a reír si bien dicen que los profesores son crueles—. Y el que manda soy yo. No me desvele asignando nombres y parejas para desperdiciar mi tiempo.