Malena Salvatierra: Sin querer, queriendo.

Malena.

—¿Vas a dejar que te coman el mandado, Malena?

Ante esa pregunta rodé mis ojos. Y pase de Aurora.

—Deberías tomar el toro por los cuernos e ir por tu macho, Malena.

—No quiero volver a sufrir.

—¿Por esa pendejada vas a dejar que Kurgan proclame a otra mujer como su reina?

Obvié esa pregunta y me dirigí a la salida.

—Malena, no dejes que el miedo se aparte de tu vida.

—No puedo. -inquirí antes de salir de la habitación.

La Malena de tres años atrás se abría arriesgado, pero la Malena de ahora no quiere arriesgarse a perder nuevamente.

Empecé a caminar y fui obligada a detenerme cuando escuché la voz de Karter.

—Padre.

—Necesitas un plan para que Malena vuelva contigo, Kurgan.

Y dale con lo mismo…

—Si ella no quiere volver, no tengo porque obligarla.

Por lo menos es sensato.

—Kurgan, necesitas a una reina. La necesitas a ella.

—Lo sé, pero si ella no quiere ser mi reina no tengo porque obligarla.

El capo di tutti capi, hizo una mueca.

—¿A dónde vas?

—Con Violet.

Escuchar esas palabras desato una furia inminente en mí, pero me obligué a mantener la calma porque si le armaba un show de celos a Kurgan, todo se iría por la borda.

Así que es mejor tragarse el enojo hasta que tenga mano una papa o alguna que otra verdura para desquitarme.

—¿Malena, lo sabe?

—Sí, y no le importa.

¡Ja…! Juro por lo más sagrado que tengo, que es mi hija, que si Kurgan tiene una amante yo misma soy capaz de arrancarles las bolas, cocinarlas y obligarlo a que se las coma.

—Está bien. Ve tranquilo hijo. -agrego Karter y ante eso Kurgan asintió y retomo su caminar.

Cuando Kurgan se encontraba lejos del área caminé hacia Karter. Y por más que intente tragarme los celos, estos salieron a flote.

—¿Quién es ella? -pregunte sin reparo.

—Oh, querida. Mi hijo me acaba de decir que no te importaba que él estuviera con otra mujer.

—Yo no le dije que no me importaba que estuviera con otra mujer, lo único que dije fue que no veía necesario que lo acompañara.

—A pues Kurgan mintió. -Karter sonrió. —Ya sabía yo que tu no ibas a permitir que él renaciera su vida como si nada después de todo lo que paso entre nosotros.

En este momento estoy entre la espada y la pared. Porque no quiero que él me deje fuera de su vida y tampoco quiero volver a perderlo todo.

Estoy entre el querer y el deber.

—Karter, ¿Qué sabe de ella?

—Violet Zampogna es la hija de Luciano Zampogna, la próxima en tomar el liderazgo y también he de agregar que fue la esposa de Kurgan mientras se encontraba bajo el dominio de Luciano Zampogna. No dudaría yo, que ella está enamorada de él y que desee tomar el puesto que dejaste libre, ser la reina, su reina.

—¿Él se casó con ella?

—Sí.

Así que aprovecho el hecho de que me encontraba lejos de él para casarse con ella.

Forme mis manos puños.

—Karter…

—¿Sí querida?

—Présteme un auto.

Esa petición logró que Karter sonriera.

—¿A caso estás celosa?

—¿Yo celosa de Kurgan? No me haga reír por el amor de Dios.

—No te estoy haciendo un chiste, Malena.

Ante esas palabras observé el rostro de Karter.

—No estoy celosa, Karter. Solo quiero ir a por explicaciones.

—¿Para qué necesitas explicaciones si no quiere volver con él, Malena? Sería mejor que dejaras que él haga su vida como bien le plazca.

Estoy segura de que este es algún tipo de manipulación de parte de Karter para que vuelva con Kurgan, pero la realidad del caso es que no quiero volver, pero tampoco quiero verlo con otra mujer.

Estoy en una encrucijada. Entre la espada y la pared.

—Necesito explicaciones porque soy la madre de su hija, Karter.

—¿Qué tiene que ver Kimberley en que Kurgan vaya a verse con una mujer?

Muy buena pregunta de parte de él, pero al mismo tiempo es una verdadera lástima porque no pienso responderla.

—¿Me presta el auto?

—Sí, Malena. -inquirió para después extenderme las llaves de un automóvil. —Lo único que te voy a pedir es que no mates a mi hijo, por lo menos sácale un par de espermas para que deje un linaje perpetuado y duradero.

—Voy a por explicaciones, no voy a encerrarme con Kurgan a crear un bebé, Karter.