26: “Algo grave”

—¿Te pasa algo? Hace rato no dices nada —Samuel y Lucía se habían ido temprano del restaurante, ella quería hablar con él sobre lo sucedido con Javier en la tarde, pero se negaba a escucharla.

—¿Qué voy a decir? Creo que todo está claro, ambos se entienden muy bien por lo visto.

—¿Te estás escuchando? Ese tipo no me agrada en lo más mínimo y ¿tú dices que me entiendo con él?

—Pues...—en ese momento entró una llamada y Lucía tuvo que contestar.

—¿Aló?

—¡Lucía! Gracias al cielo que pudiste contestarme —era Sofía, su tono de voz estaba casi apagada y se notaba agitación —¡ven rápido a la universidad!

—Sofia ya está casi anocheciendo ¿paso algo?

—¡¡¡Rápido por favor, te explicaré cuando vengas!!!

—¡Pero..! —Sofía colgó muy rápido el celular y Lucía entonces se preocupó.

—Samuel deja por un momento el drama y acompáñame.

—¿Pasó algo? ¿A dónde vamos?

—Sofía me llamó alterada, debemos dirigirnos a la universidad y pronto —mientras ambos caminaban, Samuel hablaba en susurros.

—Porque siempre termino haciendo lo que dices, en serio que me odio a veces...

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—¡Gracias al cielo que llegaron! —Sofía estaba llorando y ambos temieron lo peor.

—¡¿Por qué hay una ambulancia?! —preguntó Samuel asustado mientras miraba a los paramédicos.

—Estaba con la maestra de teología platicando sobre el último tema de la clase y se desmayó, yo entré en pánico y llamé a su hermano para que venga y luego llamé a Lucía.

—Ya cálmate Sofía, por favor —Lucía la abrazó y en ese momento llegó George.

—¡¿Dónde está Sonia?! —él estaba muy empapado por el sudor y vio a la ambulancia llevársela —¡Sonia!

—George tu hermana tuvo un desmayo y llame a urgencias para que se la llevarán.

—¡Oh no, pero ¿Qué pasó?!

—La paciente tiene presión muy baja y no responde, debemos llevarla al hospital pronto —George entró en el auto y los tres tuvieron que tomar un taxi para seguirlos.

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Juntos llegaron al hospital "Luz Divina", el mismo lugar donde años atrás había muerto la tía de Lucía y ella había dejado de creer en los ángeles.

—Sonia tranquila, todo estará bien ¿si? Por favor...no me hagas esto —George estaba llorando mientras corría detrás de su hermana.

—Por favor joven, quédese aquí iremos a atenderla.

—¡No por favor, debo ir con ella!

—¡George! —Sofia corrió donde su amigo y lo abrazo muy fuerte.

—¡¿Nada va a pasarle verdad?!

—Debes tranquilizarte ¿si? —ella decidió dejar de llorar y consolarlo para que no se armara un escándalo en el pasadizo —la maestra es una de las mujeres más fuertes que conozco y ella muy pronto saldrá de esa sala y te dará un fuerte abrazo y te regañará por dejar desordenada su casa ¿esta bien?

—Esta bien, bien...ya me calmaré —todos se sentaron y esperaron por casi dos horas, pero de los cuatro Lucía era la que estaba más nerviosa.

—¿Ocurre algo? —preguntó Samuel mientras la miraba.

—No me gusta este lugar, aún no me acostumbro a estar aquí —respondió mordiéndose los labios y él solo pudo desviar su mirada.

—El siguiente ciclo haremos las practicas y será probablemente aquí, solo debes respirar y tranquilizarte ¿esta bien?

—Familiares de la señorita Sonia Lewis —dijo el doctor en tanto miraba los papeles.

—Soy su hermano doctor —él solo fue quien se acercó y preguntó —¿Qué le esta pasando a mi hermana?

—La condición de la señorita Lewis es peor de lo que pensamos.

—¿Cómo? —él se mostró desorientado y se agarró la cabeza para calmarse —no...estoy entendiendo doctor.

—El tumor que tiene su hermana es avanzado, a pesar de la rápida detección no se pudo hacer mucho por ella.

—No...ella no...—él se desplomó y lloró amargamente.

—Por ahora ella esta estable pero necesitara quedarse en observación, ahora procuré ir a su casa y descansar —el doctor se disponía a retirarse cuando sintió una fuerte vibra alrededor suyo y se detuvo.

—¿Usted cree que me iré a casa y dejaré a mi hermana sola? —él se paró del suelo y puso en la pared al doctor mientras lo ahorcaba —¡¿Cree que soy estúpido eeeh?!

—¡George basta! —Samuel cogió de los brazos y Sofía ayudó a apartarlo.

—¡¿Quieres calmarte? Este no es el lugar y el momento!

—¡¿Cree qué dejaré a mi hermana en este hospital mientras se muere?! Usted cree que...yo...—Samuel soltó al joven George y él solo se quedó arrodillado en el suelo llorando.

—Disculpe doctor por todo esto, está...

—Se comprende joven, no haré nada por el momento ¿esta bien? —todos se sentaron y Sofía le trajo un poco de té a George y una pastilla para tranquilizarlo.

—¿Te olvidaste tomar tu medicina no? —decía Sofía mientras lo miraba —sabes que no puedes hacer eso, no hay que empeorar las cosas. Sufres de los nervios y esto lo empeoró todo.

—El médico dijo que me vaya a casa, ¿cree que soy débil? —él tomó un sorbo de té y dio un respiro profundo—sabía que algo andaba mal con Sonia, ella no era la misma chica risueña y llena de luz que conocía, como hermano he fracasado...

—No digas eso. Si fueras un mal hermano no estuvieras aquí, deja de echarte la culpa y cálmate ¿si? —dijo Lucía seria pero a la vez compasiva —ahora debes lavar tu cara para que tus ojos no luzcan hinchados y cansados.

—Esta bien, iré a mojar mi rostro para no dormirme, ahora vuelvo —George se retiró y Sofia se fue a hacer una llamada.

—Esta situación se volvió intensa, debe ser terrible para la maestra Lewis —decía Samuel preocupado, pero en cambio Lucía estaba serena.

—Ella está inconsciente, no sabrá nada de lo que pasa hasta que despierte y hasta eso podremos tranquilizarnos.

—Eso es cierto, pero no dejo de estar inquieto —respondió él, después de cinco minutos Samuel volvió a hablar —¿el decano sabrá de esto?