45. Siguiendo un Rastro

Oliver

Me vestí nuevamente, necesitaba un poco e aire, con cuidado aparte la cabeza de Nivarna de mi brazo.

Aparte un poco su cabello y observe el rastro de sangre seca, ahora no había rastro del híbrido.

Cuando salí observe una fogata en medio de todas la tienda, al lado estaba la mujer que Nivarna me presento.

Me acerque hasta colocarme a su lado.

— buenas noches— dije.

— detesto tu presencia— fue lo primero que dijo— pero me gusta verla feliz.

Sonreí de lado.

— suena como su madre.

— soy su madre— dijo enfrentando mi mirada— la sangre no es lo único que une a la familia.

Su ojo con el parche llamo mi atención.

— ¿puedo saber la historia?

— que entrometido.

— me lo han dicho...

Ella suspiro.

— Mi hermana intento matarme...

— debió ser duro.

— lo fue... Oliver ¿en verdad darás todo por ella?

Asentí.

— mi vida si es necesario.

— Quiero a Nivarna como una hija, es fuerte, valiente y me recuerda a su padre...

La mire rápidamente.

— ¿usted conoció a su padre?

Asintió.

— En un punto se parece a él, solamente en su determinación y fuerza.

— ya veo...

Ella saco un pendiente de su bolsa, era una pequeña argolla.

— quiero que cuides esto— la mire sorprendida— cuando sientas que ella esta al borde la muerte, sácalo y cualquiera que este ante ella se postrara a sus pies.

— suena mágico...— dije mirando la argolla. 

— algo de magia lleva.

Asentí y el fuego de la fogata empezó a apagarse dejando completamente todo en oscuridad, al inhalar algo llamo mi atención.

— vienen para acá— dije sorprendido.

— ¿que?—preguntó ella. 

La esencia de la artemisa, la loba y la de los humanos cazadores era tan fuerte.

— Ellos vienen cerca— dije alertado.

— ¿como es que los sentiste?—preguntó.

— No lo sé. Despierta a todos y que empiecen a moverse, que tomen lo esencial y partan ¡enseguida!— ordene. 

Ella asintió y empezó despertando a todos.

Corrí a la tienda que compartía con Nivarna y al llegar a ella la desperté.

— están cerca, hay que movernos— dije.

— ¿que?—pregunto ella levantándose, se tallo los ojos y luego me miro con el ceño fruncido. 

— Nivarna se rápida, hay que huir.— le pedí, no quería que la lastimaran. 

— ¿como es que nos encontraron?—preguntó clavando sus garras en mi brazo.

Baje la mirada a mí brazo el cual empezaba a sangrar y luego la mire a ella. 

— ¿crees que lo sé?—pregunte ofendido— no fui yo si eso piensas. 

Su mirada fue hacia un punto en la habitación, la espada de Taylor.

Su sangre...

Nivarna se levanto y antes de que me fuera para dejarla tomo mi brazo.

— llévalos a un lugar seguro, toma a Layla y no la sueltes, por favor no los dejes solos.— dijo viéndome con seguridad. En su mirada vi un pequeño destello azul, ella no lo sabía pero aparecía cada que haría una locura. 

— ¿que planeas?

— los desviare.

— no, no, no— negué.

— Oliver, volveré a tu lado, pero no dejare que ellos ganen.

— Adrián te matara...

— no podrá— aseguro.

— no se si seguir tu plan.

— hazlo, ellas ni siquiera me atraparan, son cazadores comunes.

— solo se rápida, si ellos te atrapan ten por seguro que iré por ti.

Asentí, salí de la tienda y corrí a la de Layla, el hermano falso de Nivarna se encontraba con ella y la ayudaba.

— Nos vamos— dije tomando a la niña en brazos.

— ¿tú eres el novio de Nivarna verdad?—preguntó la niña.

— esposo— corregí.

— ajam— dijo el otro niño— ¿en donde esta ella?

— nos seguirá luego, por el momento es hora de que todos nos vayamos.

Salí nuevamente de la tienda y vi al elfo alzar sus manos en dirección al suelo.

— ¿dejaremos las tiendas así?—preguntó Vladimir.

No... Esa no era buena idea pues nos rastrearían.

— ¡quemen todo lo que quede!—ordene.

Mire a la tienda de Nivarna y ella estaba parada afuera viendo en mi dirección.

Cuando me vio asintió con la cabeza y salio corriendo de lado contrario al nuestro.

— ¿a donde va?—preguntó Layla.

— pronto lo sabremos ¡todos entren!—grite al ver por fin terminado el túnel del alfo, todos empezaron a entrar y junto a Aura, fui el último en entrar.

M10