CAPÍTULO 9 — “EL PASADO NO AVISA, SOLO LLEGA”

Alison

Creí que empezar de cero significaba… eso. Cero. Borrón y cuenta nueva. Nueva ciudad, nuevo trabajo, nueva vida. Pues no. Hoy descubrí que el pasado es como una notificación que no se puede silenciar, bloquear ni eliminar. Estaba en mi escritorio, concentrada, intentando que mis crespos cooperaran mientras revisaba una campaña, cuando mi celular vibró. Número desconocido. Ignoré. Siguió vibrando. Insistí en ignorar. Al tercer intento, lo contesté irritada. —¿Aló? Silencio. Y luego… esa voz. —Alison… soy yo. Me congelé. Sentí que mi alma salió del cuerpo, tomó un taxi y se fue sin pagar. Era él. Mi ex. Mi gran error. Mi “nunca más en la vida”. El que me prometió apoyo y luego desapareció cuando más lo necesitaba. El que hizo que dudara de mis decisiones, de mis talentos, incluso de mí. —¿Qué quieres? —pregunté, tratando de sonar firme… y fallando miserablemente. —Llegué a la ciudad —dijo—. Necesito hablar contigo. —No tenemos nada que hablar — no sabía que hacer , sentía como si todo se lo que me hubiera alejado estuviera regresando a mi.

—...... Intenté alejarme un poco, pero mis crespos decidieron rebelarse justo cuando él sonrió. Perfecto, ahora parecía que yo era una caricatura de desastre humano. —Alison… yo .... —No Él frunció el ceño, pero no dijo nada más. Eso fue suficiente para que mi orgullo se sintiera victorioso por al menos tres segundos. —Entonces… ¿solo me ignoras? —preguntó finalmente. —Sí —respondí, mientras lo veía marcharse—. Es lo que hago con fantasmas del pasado. Me giré, respiré profundo y pensé: Nuevo lugar, nueva vida… y cero ex permitidos.