Cap. 88 El enemigo

Cuando Louis se lanzó sobre su tío, obviamente había sido con el propósito de protegerlo de lo que él pensaba iba a ser un ataque a quemarropa, lo que no se imaginó fue que sería arrastrado en una desagradable desaparición conjunta y apenas llegaron a donde quiera que fuese aquel lugar, había perdido el conocimiento. Ahora, mientras recuperaba el sentido intentó asimilar dónde estaba, su mente rápida colocó los recuerdos en su lugar, estaba escuchando voces y pensó que lo mejor que podía hacer en beneficio de obtener alguna información era aparentar que seguía inconsciente, aunque igualmente pensó que esto no serviría de mucho en caso de que lo hubiesen reanimado. Sin embargo, no parecía ser el caso, de manera que prestó atención.

• ¡Eres un estúpido!  -- estaba vociferando un hombre
• ¡No podía saber lo que este niño haría!  -- se defendió el sujeto
• Tendremos muchos problemas por esto, y…

Pero Louis no se enteró de nada más porque las voces se alejaban. Con precaución abrió los ojos confirmando lo que sus sentidos ya le habían dicho. Estaba en una celda y sus miembros estaban sujetos con grilletes a una pared. Tenía un lacerante dolor en su interior, pero no alcanzaba a ver ninguna herida externa, así que aquello debía obedecer a la anterior. Recorrió con la vista todo el lugar y se tranquilizó al ver que estaba solo, esperaba que eso y el hecho de que aquellos sujetos habían dicho que tendrían muchos problemas, significara que su tío estaba a salvo. Una vez que estuvo medianamente seguro de eso, concentró todas sus fuerzas en desaparecerse, pero por algún motivo no pudo hacerlo. Comenzó a repasar mentalmente las posibles razones, porque según lo que había explicado Jason, él podía aparecer y desaparecer de cualquier lugar, aunque estuviese protegido. No obstante, era evidente que no podía y no tenía idea de por qué.

El dolor aumentó en intensidad, pero no tenía tiempo ni cómo ocuparse de ello, así que intentó ignorarlo, lo que no pudo ignorar fue el dolor y la sensación de que algo líquido se deslizaba por la parte posterior de su brazo derecho y le producía mucho dolor, y pensó con cierta preocupación que tal vez había sufrido una despartición, algo realmente alarmante si no se atendía a tiempo, pero tampoco podía hacer nada por eso. Después de llegar a la conclusión de que estaba en muchos problemas, pensó en su madre, y si bien no le atemorizaba de manera especial perder la vida, lamentó causarle un nuevo dolor a ella y que esta vez no se tratase de a una de sus habituales travesuras. Luego sus pensamientos se dirigieron hacia otra persona, lo que le produjo un dolor de distinta naturaleza.

Varios pisos por debajo en una estancia más bien austera, se encontraban reunidos siete hombres que se miraban unos otros con expectación.

• Dije que la mejor forma de hacer esto, era utilizando a una mujer  --  dijo uno de ellos
• No veo la diferencia  --  dijo otro con voz áspera
• No la ves porque eres imbécil, las mujeres siempre pueden utilizar sus encantos para acercarse sin peligro a cualquier hombre  --  le dijo el primero
• Eso es ridículo, en mi opinión esas criaturas lo que hacen es complicar mucho las cosas  --  retrucó el de la voz áspera
• A la luz de los hechos, nuestros congéneres son igualmente capaces de hacerlo  --  intervino un tercero con voz burlona  --  y el hecho de que a ti no te gusten las mujeres, no significa que los demás seamos de la misma opinión
• ¡Cállense todos!  --  intervino un cuarto individuo  --  Estamos en muchos problemas y ustedes todo lo que hacen es discutir necedades, parecen escolares.
• Vamos Weiss  --  se escuchó la voz del gracioso  --  nunca tuvimos mucha oportunidad y…
• ¡La teníamos!  --  lo interrumpió el tal Weiss
• No, no la teníamos  --  ante la helada voz que escucharon a sus espaldas, todos se quedaron en  silencio  --  Raziel tiene razón, no teníamos mucha oportunidad  --  siguió diciendo el recién llegado  --  Pero esto ha servido a otro propósito. Todos los constantes fracasos nos han proporcionado algo muy valioso.

Ninguno de los presentes parecía entender muy bien, pero tampoco a ninguno le animaba mucho la idea de hacer preguntas. La alta y encapuchada figura de pie al lado de ellos les inspiraba un temor reverencial, y aunque los siete hombres allí reunidos constituían el círculo más cercano al personaje en cuestión, no por ello le temían menos, y por el contrario, tenían muchas y sobradas razones para que su temor fuese harto más justificado que el de nadie, ya que eran los únicos que sabían quién era él.

• Jensy no…
• Ya sé que no entiendes Weiss, pero mientras ustedes piensan que todo ha sido un fracaso, y aparentemente así ha sido, yo he obtenido como dije, algo de extremo valor, y ese algo es información -- hizo una pausa y se acercó más al grupo  --  Raziel  --  dijo dirigiéndose al gracioso y que parecía el más joven
• Ordena
• ¿Perdimos a alguien importante en esta ocasión?
• No, porque en realidad no hubo lucha como tal
• ¡Raziel!  --  lo interrumpió Weiss  --  Maglo…
• Sabes tan bien como yo que no matan a los prisioneros  -- lo interrumpió el chico a su vez  --  Después que lo atiendan lo encerraran en prisión y nada más, y en cualquier caso no sería una gran pérdida tampoco  --  agregó con absoluta frialdad, y volvió a mirar al jefe  --  Hay seis que no regresaron, pero como dije, siendo que no hubo lucha, seguramente a estas alturas estarán en prisión, ya que si no han vuelto es porque dieron el alerta impidiendo las desapariciones.