CAPITULO 26

26

SHAMARA

Volvió a ver un largo e incómodo silencio entre los dos que se podía cortar el aire y sentir la respiración de ambos, pero ninguno quería iniciar la conversación. Yo quería decirle muchas cosas que tenía atragantadas, pero no le salían, pero estaba consciente que debían aclarar las cosas.

─¿A qué has venido, Dean? ─Mi voz fue tan bajita que tuve temor de que él no la escuchara y solo fuera un susurro.

Dean no respondió nada, solo me miraba con una expresión que yo no podía descifrar y eso me frustraba porque solo quería que me abrazara y recuperaran esos meses que habíamos estado lejos porque lo echaba tanto de menos que dolía.

Dean se acercó lentamente sin dejar de mirarme a los ojos, me abrazo con tanta fuerza que no me dejaba respirar.

─Mi princesa no quiero perderte, tu eres muy importante en mi vida, la mujer que amo. ─Respiró profundo inhalando el aroma de mi cabello.

─¿Qué crees que estás haciendo? ─Preguntó mientras estaba luchando por zafarme de sus brazos.

─Intento soltarme, no quiero que me toques, me juraste amor y cuando te fuiste a Dubái aprovechaste la oportunidad para engañarme con Mónica y yo aquí pensando en ti, respetándote, queriéndote ¿y tú? muy feliz viéndome la cara de idiota.

Salí corriendo para irme, pero Dean fue más rápido tomándome de las manos, pero en un descuido de mi parte tropecé cayendo ambos al suelo uno encima del otro, oportunidad que Dean aprovecho y me beso, fue un beso tan apasionado que lo sentí por todo mi cuerpo, mi respiración se aceleró rindiéndome ante ese beso que tanto necesitaba, sintiéndome otra vez viva, hasta que volví a recordar su engaño.

Corté el beso empujando a Dean lejos de mí y parándome rápidamente; la noche estaba fría y hacia mucha brisa, mi pelo se alborotaba por la cara y comencé a temblar abrazándome a sí misma.

─Mírame, princesa ─Me pidió tomándome el rostro con ambas manos ─Por favor, necesito que me perdones. Mónica me engaño para que tú nos encontraras ese día en la cama, ella sabía que tu ibas a estar en el hotel. 

─¿Te has preguntado si fuera yo que estuviera en tu lugar? ¿te has puesto en mi lugar?, piensas que yo me siento bien o que estoy llevando mi vida normal… pues te equivocas porque estoy de la patada, mi vida sin ti es una mierda, te extraño a cada instante…. Te amo Dean, pero también soy consciente que me engañaste y no sé si pueda perdonarte.

─Soy consciente que estropeé lo bonito que teníamos, pero voy hacer todo lo posible para que me creas y vuelvas a verme con esos lindos ojos que tanto me gustan.

─Dean, mañana me voy, necesito tiempo para pensar, para organizar mi vida, para darle paz a mi corazón; quiero y necesito sanar.

 Días antes había hablado con mis padres para informarles de mi decisión de marcharme una temporada fuera del país y aprovechar para tomar un curso de fotografía en Londres, nadie lo sabía excepto mis padres, no quería que uno de mis hermanos se lo contaran a Dean.

─¿Puedo saber a dónde vas? ─preguntó con la cabeza baja y las palabras pausadas. Dolía mucho irme, pero era la única manera que por el momento veía conveniente para poder sanar y avanzar.

─Me iré a Inglaterra, no se el tiempo que me quede allá. Estaré tomando un curso de fotografía.

Dean resignado y con los ojos aguados le dio un tierno beso en la mejilla y se fue con la promesa de volver a buscarla cuando ella ya estuviera preparada para continuar su relación donde la dejaron antes de él irse a Dubái.

Con los ojos llenos de lágrimas entré a casa y para mi sorpresa estaba mi madre parada esperándome con los brazos abiertos, corrí para ser consolada por la persona que más me ha comprendido.

─Mi niña yo sé más que nadie lo mucho que lo quieres, pero tienes que sanar esa herida que no te permite avanzar ─Mientras me acariciaba mi larga cabellera.

─Mami yo lo amo, pero no sé si pueda creer en él, cuando lo volví a ver después de ese estúpido día sentí que me faltaba el aire, solo quería abrazarlo y olvidarlo todo, pero luego lo recordé y te juro mami que duele mucho─. dije entre lágrimas.