Epílogo

Pounders y humanos caminan por lo que hace una hora fue un campo de batalla. Algunos descansan, otros, se dedican a buscar a sus familiares ahora que ya no son Fitxponds; a personas conocidas que perdieron hace mucho tiempo. Por supuesto no faltan los heridos, la pila de muertos que se obtiene en las guerras. Es bien sabido que en tiempos de guerra no todos sobreviven. Está noche, sin embargo, han muerto con la seguridad de que ahora se puede encontrar un pedazo de paz.

Cerca del castillo, en una esquina, los aliados se reúnen. Entre ellos asociaciones que buscan una manera de ir sacando los problemas poco a poco. Y un poco más lejos, sin sobrepasarse demasiado, los que desde el principio lograron encontrar la solución a todo el embrollo. Ellos caminan dentro del castillo, para buscar a la persona que venció y salvó la noche. Ella está viva, y aún así no ha dado la cara.

Todos: Rowan, Tiffany, Gwen, Pol, Cal, Dean, Logan, Liam, Dylan, Holly, Sara y Reynolds; hablan entre ellos con una ligereza que en los últimos días no se pudo adquirir debido a la marea de hechos. Saben que no todo es felicidad.

Todo ser, antes de la ruina, da de su parte para disfrutar de un minuto de paz.

Todos suben con tranquilidad escalera por escalera, el mismo camino que Blue Diamond tomó para recurrir a su gran lucha.

Justo en aquel piso, en el antepenúltimo donde Christopher Reynolds, aquel muchachos de ojos cafés se perdió durante lo que parecieron siglos, encuentran a la chica de cabello azabache de espaldas a ellos. Solo observa el vacío que se presenta ante ella.

Sorprendentemente, no hay rastro de emoción alguna que exprese la joven. Se mantiene neutra, diferente.

Las expresiones de sus compañeros por el contrario demuestran asombro. En especial por el enorme, brillante, desfigurado; a la vez impresionante rayo que tiene en la mano como si se tratara de un de un cetro.

Blue Diamond está consciente de la presencia de los demás. Voltea en dirección a ellos para asegurarse de que ninguno esté herido después de la batalla. Después de todo, a pesar de lo que la mayoría crea, y sin importar cuán rota esté ella, siempre ha tenido la manía de revisar que sus más cercanos estén bien.

Vuelve a posar su vista al vacío que se le presenta, impulsa el rayo al cielo, y poco después el mismo cielo le devuelve su pertenencia. Más pequeño, mas sobre llevable, en forma de flashlighter.

Todos se acercan en silencio. Si hay algo en lo que Blue Diamond es buena es en ocultar sus emociones, pero para el muchacho de ojos cafés, que la ha mirado durante mucho tiempo en sus momentos libres las cosas son diferentes.

Sabe que algo ha cambiado en ella aunque trate de ocultarlo. Sabe que algo pasa por aquella cabeza que desde siempre ha traído intrigas. Sabe, que algo se oculta en su interior. Algo que se ha enterrado como una estaca en ella, provocando un sangrado difícil de parar desde adentro.

Un sonido, un toque, un sentimiento. Fuego, agua, hojas, tierra...

—¿Y ahora qué? —interrumpe como siempre Dylan en busca de terminar el silencio.

Blue abre sus ojos, enviando rayos a más de un lugar. Aire, electricidad y circuitos...

 Los mira a todos.

—Ellos ya vienen.


 

FIN LIBRO #1.