Prológo

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Creo que todos hemos soñado alguna vez en nuestra vida.

Unos de estos sueños suelen ser tan hermosos, que de verdad quisiéramos que fueran realidad, y otros de plano pueden ser tan horribles.

Los horribles son los que se repiten tantas veces, haciendo que odiemos dormir, al menos que yo llegue a pasar por eso de chiquita y es una sensación tan espantosa, a tal grado de ir hasta la habitación de mis papás llorando.

Pero claro, también tenía sueños tan bellos que no quería que acabaran nunca. Los míos siempre fueron una mezcla de ambos, por así decirlo. Solían ser "lindos", pero a la vez eran extraños y confusos.

Había unos en los que salían unas personas; no entendía cómo porque estaban presentes en estos. Siempre hacía que me levantara algo asustada y confundida, ya que, no solía entender nada de lo que estaba pasando.

Mucha gente supone que los sueños pueden hacerse realidad. Yo en lo personal no creo en esos pensamientos, es tan ilógico. Si eso en verdad sucediera en la vida real, estarían ocurriendo cosas tan extrañas en el mundo, y como estas no suelen pasar, dudo mucho que un sueño pueda hacerse realidad. Pero lo que sí me convence un poco más es eso de las señales.

Una amiga me comento algo sobre eso y supongo que me gusta más esa teoría, supongo que es lo que pasaba cada noche que aparecía aquel chico, en un punto de mi vida pude haberle hecho algo de daño, y lo que él quería decirme en estos era recordarme la horrible persona que soy, y por ende no merecía a nadie en mi vida.

Era más que claro, que él aparecía para eso: arruinarme mis pocas relaciones que tenía.

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