Capítulo 16

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Me desperté algo agitada, miré a mi lado y vi a Mon dormida.

Me llevé las manos al rostro, y el sueño aún persistía en mi mente. Decidí plasmarlo en mi celular para luego transcribirlo en mi cuaderno; claro, tenía un cuaderno dedicado a registrar todos mis sueños que lograba recordar. Este sería uno más de la colección.

—¿Ash? —dijo Mon, moviéndose en su lugar. La vi algo preocupada, ya que era temprano y estábamos en fin de semana. Debíamos descansar.

—Perdón, vuelve a dormir... no era mi intención despertarte.

—No pasa nada —respondió, sentándose en la cama para acompañarme—. ¿Qué pasó?

—Tuve un sueño...

—¿Qué sueño?

—Uno donde mi karma aún me persigue... —mencioné sin siquiera pensarlo.

—¿Karma?

—Perdón, es algo que no te he contado.

—Pues cuéntame, Ash. Te hará bien.

—No sé si sea buena idea contarte eso...

—Anda, aún debemos hablar sobre lo de ayer. Pero ahora deberíamos dormir un rato más, por favor. Estoy cansada —asentí, y ella se volvió a acostar, mientras yo seguía acostada escribiendo mi sueño.

¿Qué es lo que quería mi subconsciente? No lo entendía. Sé que le hice daño a Ángel, pero ni siquiera él lo supo. Si esto es una señal, de verdad que la necesito más detallada porque no le entiendo nada y esto ya me estaba cansando.

Ángel me estaba cansando. Prefería tener los sueños con el chico desconocido, que no lograba ver bien en mis sueños, pero aun así sentía esa conexión. Claro, siempre lo arruinaba Ángel, apareciendo de la nada y diciendo un montón de cosas de mi pasado, haciendo que me atormentara.

Pero mi pasado no era tan feo. Creo que ya había pagado todo en la secundaria, pues, como dije, fue lo peor. Pensé que en la prepa podría ser mi etapa, pero no fue así. Comenzaron esos sueños de repente y todo se esfumó en mi último año.

¿Debería ver a Ángel? Tal vez podría hablar con él y así esto pare.

No era una tontería. No podía ir y decirle: "Oye, tanto tiempo. Disculpa por haberte terminado. Yo no quería, pero tú sí, así que aja, aparte de que te puse los cuernos. Ya cambié, lo juro. Sé que estuvo mal, así que por favor, deja de aparecer en mis sueños y déjame dormir bien".

No podía decirle algo así. No sabría qué decir si me lo encontrara. Me daría mucha pena verlo a los ojos después de lo que le hice.

—Bien chica, ya habla —la miró, y estaba nuevamente sentada a mi lado.

—Perdón Mon, duerme.

—No, esto te atormenta, así que te escucho.

—¿Qué quieres que te diga...?

—Primero, ¿por qué actuaste así en la fiesta? —asentí y suspiré; creo que pensará que estoy loca.

—Tuve un sueño, un sueño que se hizo realidad.

—Explícate mujer, no entiendo —suspiré.

—Bien, okey, he tenido sueños muy raros... —me miraba atentamente, tanto que me daba miedo cómo su mirada podía ser tan fuerte.

—¿Raros en qué sentido?

—En que se sienten reales, como si de verdad estuviera en ese lugar. La verdad, no sé cómo explicarte.

—Okey, ¿de qué iba el sueño?

—Mira, yo estaba en un punto donde oía música, pero no estaba clara. Entonces lo veía a lo lejos, él destacaba mucho. Él no me miraba, y por alguna extraña razón, quería que lo hiciera, pero no pasaba nada. Luego, detrás de mí, salía mi ex de la primaria diciéndome que me alejara de él, porque podía hacerle daño como lo hice con él y más personas.

—¿Cómo? —suspiré; ahí viene la parte que no me gusta detallar.

—Ammm, bueno, aquí entra más contexto... En sexto de primaria yo, bueno, tenía un novio, se llama Ángel. Estuvimos juntos 8 meses y fuimos amigos desde quinto. Él me gustaba demasiado, de verdad que era algo tan ridículo. Yo era una persona muy manipuladora, es algo que claro, no me enorgullece, pero lo era. Hice que una de mis amigas terminara con él porque ambos habían andado. Duraron dos semanas, pero como a mí me gustaba, quería ser la que anduviera con él. Todo eso lo hice inconscientemente, pero no sé.

»De repente, ambos teníamos mucha más conexión que antes. Éramos muy buenos amigos, hablábamos diario por chat, hasta que empecé a tener a muchos chicos detrás de mí. Dejé entrar a 3 de ellos, a uno solo lo estaba ilusionando con una amiga —cerré mis ojos al recordar al niño llorando en la jardinera—. Se podría decir que le rompí el corazón al niño...

»Al segundo, no le hice nada. Seguíamos siendo amigos, pero al tercero, lo utilicé. En sexto, cuando fui novia de Ángel, yo aún no dejaba de hablar con los dos chicos. Sabía que les gustaba, pero no los alejé. No recuerdo por qué rompimos Ángel y yo, y el chico me pidió ser su novia. Yo claramente acepté. Quería olvidarme de Ángel porque me había lastimado. Anduve con este chico por unos días cuando Ángel me pidió regresar. Lo pensé poco, pues quería volver con él, y le dije que sí.

»Se podría decir que lo estuve engañando por dos semanas, cuando terminé con el otro chico, él me odió como no tienes idea. Se dio cuenta de que lo había utilizado... En ese momento, no sentía mucho remordimiento. El chiste es que siento que por eso comencé a soñar con Ángel... Nunca supo que le puse los cuernos.