CAPÍTULO 13

Alexandra

Ya era el siguiente día, eso significaba que hoy salíamos de día de campo. Iba a levantar a Danton, pero como respuesta recibí un gruñido de su parte. Y aquí vamos de nuevo.

—Quédate quieta —Es un idiota a veces y más en las mañanas.

—Deja la pereza y déjame levantar por favor.

—¿Y qué? Quédate quieta, no sabes que es no poder dormir bien durante décadas —tengo pánico a pensar, pero por mi cabeza vago aquel descubrimiento que logre a sus espaldas.

Si es verdad lo de su mate muerta, entonces ya entiendo por qué intenta aferrarse mucho a mi cuando está durmiendo. Solté un suspiro y acepte acomodándome otra vez en la cama, pero esta vez Danton me la hizo más difícil ya que se encimo sobre mi aplastándome con su peso. Creo que esto fue mala idea.


 

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Se supone que el día de campo nada más era con Danton, pero al final decidí agregar a Roxy junto a Tyler a dicho paseo, la verdad que si hubiera estado sola con Danton esa tensión de incomodidad se hubiera podido cortar con un cuchillo así que de último momento agregamos a Roxy y me sentí más aliviada al saber que él no se estaba negando a mis decisiones.

Y aquí estoy recostada con Roxana respirando el aire fresco que ofrece la querida y hermosa naturaleza, mientras Danton y Tylor nadaban en la cascada. El ambiente es suave y relajante tanto que tengo un sueño relajante, pero no quiero dormir o bueno unos cuantos minutos que cierre los ojos...

—Hey Alexandra, ¿en qué piensas? —me dijo mi amiga recostada junto a mí en la manta que tendimos en el piso junto a la canasta de comida.

—En nada, ¿por qué?

—Porque yo en tu lugar estaría más alterada sabiendo que de mi depende que haya o no una guerra abismal que nos dejaría a todos al descubierto de los humanos —comienza a hablar rápido —, y tu pretendes por lo que veo echarte una siesta.

—No creas que no lo he pensado —dice con los ojos cerrados —, no quiero irme con nadie, pero tampoco quiero una guerra.

—He tenido una idea rebotando por mi cabeza —dice incorporándose.

—¿Cuál? —le digo abriendo los ojos

—Bueno... No te estreses te lo diré mañana, nos encontraremos en algún sitio—Buen...— me calle.

—¿de qué hablan, chicas? —nos mira Danton escaneando la situación.

—De nada —dije.

—¿Segura? ten en cuenta que puedo leer tu mente.

—sí, sí, no te estreses— es te hombre es un caso, pero uno muy sexy.

Dudó, pero se alejó asintiendo para luego saltar de nuevo al agua

—Una cafetería estaría bien —le digo y ella asiente recostándose otra vez en la manta tendida en el piso, yo vuelvo a cerrar los ojos respirando el aire fresco.

—¿Te apetece nadar un rato? —me pregunta Roxy, abro un ojo y la miro para después abrir el otro y sonreírle.

—vamos —le digo divertida e iniciamos una carrera hacia la cascada.


 

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—Vas a decir que tienes o tengo que arrodillarme y preguntarte de nuevo —me dijo furioso.

Ya estábamos en casa y a Danton no se le quitaba la idea de que le dijera que era lo que tenía, a pesar de que le dijera "nada" más de un millón de veces

—Que no tengo nada —le dije subiendo las escaleras de la gran mansión.

—No te creo.

—¿por qué no? ¿A caso me crees mentirosa? —ahora era yo la enojada.

—No he dicho que crea que eres una mentirosa solo que no me has gritado nada y eso es un milagro y muy difícil de creer, así que, dime que te pasa Alexandra, no me dices nada y me pone de los nervios.

Cabeza piensa —me grite en mi interior.

—Me la paso aburrida siempre, y mayormente sola, siempre te vas y no tengo nada más que hacer en esta casa tan grande.

—¿Quieres que me quede contigo? —dijo curioso de mi respuesta.

—Claro que sí, no me agradas, pero tampoco me caes mal así que tu compañía no me hace mal ¿sabías? Quiero salir y respirar aire fresco así que mañana saldré con Roxy —me acerque a él y acaricie su mejilla derecha observando como cerraba los ojos ante mi tacto —, por favor —remato y lo veo abrir los ojos observándome por un buen rato.

—Puedes ir, no te detendré, pero promete regresar temprano.

—Lo prometo.