Capitulo 37

--¿Entonces me estás diciendo que se besaron? –suelta Rose bastante emocionada. Mi mano instantáneamente tapa mi boca para ocultar mi risa.

-Podrías bajar tu tono de voz ¿quieres? a veces puedes llegar a ser un poco ruidosa –su brazo entrelazado al mío se sueltan y pone una fingida expresión de disgusto mientras su rosado cabello es envuelto en una bonita coleta, poniéndose de espaldas al pasillo para estar frente a mí.

-Eres gruñona. Solo quiero que me cuentes, me has dado muy pocos deta… lles –la conversación para en el momento en que alguien es casi atropellado por Rose – ¡Ah! Mathi de verdad lo siento juro que no te vi.

Este mismo se recompone rápidamente recogiendo sus libros de historia –no te preocupes fui yo quien no me fije –al parecer en ese mismo momento noto mi presencia – ¡Oh Leslie! ¿Cómo has estado? hace varios días no te había visto, ¿sabes? Daniel se encuentra mucho mejor.

-¡Ah! enserio, eso es muy bueno, me da mucho gusto por el –le regale una pequeña sonrisa. De verdad este chico me caía bastante bien.

-El doctor esta por darle de alta –guardo sus libros mientras miraba la pantalla de su teléfono –adiós debo irme –ambas nos despedimos con una sonrisa.

Rose nuevamente engancho su brazo junto al mío –ya lo entiendo todo –esta misma fijo su mirada en mi mientras fruncía el ceño en señal de clara confusión –te gusta mateo ¿no es verdad?

Pareció restarle importancia a mi afirmación mientras negaba rotundamente con la cabeza –no te voy a negar que es sexy pero no es mi tipo; prefiero a los hombres un poco mayores, atrevidos y preferiblemente deportistas ¿comprendes eso? pero Mateo no es nada de eso – pareció incomodarle un poco la conversación así que cambio de tema mientras miraba para cualquier otro lado – iras a la reunión de campamento que organizan los estudiantes cada año –no estaba enterada de tal evento ¿de qué se trataba? –debes ir, todos van y ni tu ni yo seremos la excepción ¿me entiendes? –su tono de voz paso a uno más bajo y confidencial –aunque según lo que dicen es más que para que los estudiantes se conozcan entre ellos.

-¿Qué quieres decir? es un campamento no creo que sea la gran cosa. –esta misma volteo los ojos en señal de indignación ante mi respuesta.

-Eso mismo pensaba yo hasta que me contaron a que va todo el asunto; dicen que la reunión de campamento es donde todos los estudiantes aprovechan esta ocasión para tener sexo y eso es maravillosa –me sobresalte ante tan inesperada respuesta– que te parece.

-No lo sé, creo que no iré; esto casi cien por ciento segura de que no quiero ser partícipe de una escena de ese tipo dentro de ese campamento –tome mi bebida mientras miraba a los estudiantes a mi alrededor – ¿al menos ira algún adulto que nos supervise? –la expresión de Rose fue casi como si hubiese hecho la pregunta más ridícula de la última Hera.

-¿Pero de diablos hablas? estamos en la universidad Leslie y ya somos adultos prácticamente todos aquí somos mayores de edad por lo tanto no tenemos necesidad de ser –hizo unas sarcásticas comillas con sus dedos mientras prestaba toda su atención a la cancha de futbol –“supervisados por un adulto”, mejor deleita tu mirada con los lindos deportistas de ahí –yo simplemente rodé los ojos ante su respuesta –vamos acompáñame no quiero ir sola al campamento.

-P-Pero

-Sin “peros” por favor. Me debes varias.

-Está bien pero si piensas hacer una locura no creas que seré tu cómplice –esta misma se lanzó sobre mí mientras juntaba sus manos en señal de agradecimiento.

-Juro que no te arrepentirás.

Eso es lo que esperaba, no arrepentirme de su locura.

***

El campamento había llegado más rápido de lo esperado, Rose me había casi arrastrado a empacar maletas y ni se diga de entrar al autobús, estuve a punto de arrepentirme de poner un solo pie en él, hasta que ella me llevo casi cargada hasta él. Se suponía que debía estar medianamente tranquila pero las personas a mi alrededor hablando no ayudaban en nada.

“¿Has escuchado lo que dicen todos?”

“¿Sera solo un mito o es una realidad?”

“¿Crees que sea cierto que los estudiantes solo vienen aquí a tener sexo?”

Quería gritarles a todos y decirles que se callaran pero eso obviamente empeoraría la situación. Por su parte Rose parecía totalmente ajena al mundo mientras le sonreía a uno que otro capitán del equipo de la universidad.

Ella era linda, segura y ello lo demostrada en sus acciones.

Una linda chica con rasgos asiáticos y seguridad infinita que a los hombres enloquecía.

-¡Oye! –Le susurre mientras jalaba su brazo para que volviese a la realidad –puedes ser menos obvia ¿quieres? –esta misma volteo a verme con su (ya habitual) gran sonrisa.

-Lo siento pero ves a Wilson aquel chico de halla –con bastante disimulo me lo señalo (cosa que no era para nada necesaria ya que su visible coqueteo había permitido a la mitad de los presentes observarlo) –él es el capitán del equipo y están sexy; creo que ya se con quién voy a confirmar que esa teoría es cierta –abrí mis ojos de par en par ante su falta de pudor y vergüenza –no te alarmes, todos los que estamos aquí ya lo hemos hecho, ya no somos esas niñas de secundaria ¿o tu aun no? – ¿Cómo debía contestarle? sinceramente o mentirle; ante mi notorio silencio continuo –No has –antes de que terminara la frase me apresure a negar con la cabeza; mala idea – ¿no has tenidos sexo Leslie Carpentier? –hablo tan fuerte que todos los presentes voltearon a mirarme y justo las dos personas que subían eran unos visiblemente pasmados Mateo y Daniel.

¡Espera que!

¿Daniel que hace aquí?

Rose tapo su boca mientras me miraba con una expresión de disculpas –shhhh ¿puedes callarte Roseane? –todos parecieron volver a sus asuntos (cosa que agradecí).

Daniel se paró justo frente a mí con una sonrisa –tu vida es bastante interesante ¿sabías? –lo mire con notoria confusión.

-¿Qué dices?
Este mismo acomodo su maleta un par de puesto más atrás del mío –te pasan cosas de lo más raras, creí que no vendrías ya sabes por esa absurda leyenda, pensé que te daría miedo.