Capítulo 28: El Despertar del Nuevo Orden

El Templo se había calmado, y la energía que lo envolvía ya no era caótica. Lysiane, con las alas extendidas y su cuerpo lleno de la magia de los cuatro elementos, respiró profundamente. Aunque había derrotado a Aurélien, no sentía alivio, solo una creciente sensación de transformación. Algo dentro de ella había cambiado para siempre, y la conexión con Cael se había profundizado de manera que no podía explicar con palabras.

Cael estaba a su lado, observándola con una mezcla de admiración y preocupación.

—Lysiane, lo lograste… —dijo, su voz llena de asombro.

Ella sonrió débilmente, aunque en su interior se sentía agotada.

—Pero… ¿a qué costo? —susurró, mirando el Corazón de los Elementos, que ahora giraba lentamente sobre el pedestal. Su brillo había cambiado, y lo que antes era un resplandor intenso, ahora parecía más tranquilo, como si esperara algo más.

Eliara, que había permanecido observando desde el principio, se acercó lentamente, su rostro serio pero esperanzado.

—Lo que has hecho, Lysiane, es más grande de lo que te imaginas. Has demostrado que los elementos no están separados, que el amor puede ser la fuerza que los une. Pero esto no es solo el final de una batalla… es el inicio de algo mucho más grande.

Lysiane frunció el ceño, sin entender completamente.

—¿Qué quieres decir? —preguntó.

Eliara levantó una mano y señaló el Corazón de los Elementos.

—El poder que has desatado no solo ha cambiado el curso de esta lucha. Ha alterado el equilibrio de todo el Reino de Liria. Ahora que el Corazón ha sido desbloqueado, todos los elementos se están fusionando. Esto podría cambiar para siempre la magia en este mundo.

Cael dio un paso hacia adelante, mirando el Corazón de los Elementos con una creciente comprensión.

—Eso significa… que el Reino de Liria está a punto de entrar en una nueva era —dijo, su tono serio pero lleno de determinación—. Y debemos estar preparados.

Lysiane asintió lentamente, su mente aún asimilando las implicaciones de sus acciones. Aunque había derrotado a Aurélien, la batalla por el futuro del Reino de Liria apenas comenzaba.