Capítulo 30: El Llamado del Viento

El silencio que siguió a las palabras de Eliara era pesado, casi palpable. Lysiane y Cael intercambiaron miradas, ambos sintiendo la gravedad de la situación, pero también una determinación inquebrantable. Sabían que el camino que les esperaba no sería sencillo, pero algo en su interior les decía que juntos podían enfrentarlo.

—No importa lo que venga, lo enfrentaremos juntos —dijo Cael, tomando la mano de Lysiane con firmeza. Sus ojos grises brillaban con una resolución que solo podía provenir de alguien que había aceptado su destino.

Lysiane asintió, sintiendo el mismo vínculo que los unía. El amor que había despertado no era solo un lazo emocional, sino una fuerza tangible, un poder que fluía a través de ambos. La conexión entre ellos les daba fuerza, y sabían que, si se mantenían unidos, podrían superar cualquier obstáculo.

Eliara los observó por un momento, como si estuviera evaluando la sinceridad de su vínculo. Finalmente, asintió.

—Es bueno que estéis decididos. Pero el Reino de Liria ya no es el único lugar afectado por el despertar de los elementos. Los vientos de cambio soplan en todo el mundo, y las antiguas fuerzas que gobiernan el Reino de Liria no permanecerán inactivas. La lucha no solo será contra aquellos que quieren usar el poder de los elementos para su propio beneficio, sino contra los que no comprenden el verdadero significado de este cambio.

Lysiane y Cael se miraron nuevamente, sintiendo el peso de sus palabras. La responsabilidad que recaía sobre sus hombros era enorme, pero la claridad de su propósito los fortaleció aún más.

—Entonces, ¿qué debemos hacer ahora? —preguntó Lysiane, su voz llena de determinación.

Eliara sonrió levemente, un atisbo de esperanza en sus ojos.

—Debéis viajar más allá de las fronteras de Liria, hacia los territorios de los otros elementos. La sabiduría de los Guardianes será crucial para comprender cómo restaurar el equilibrio y proteger el Reino. Pero más importante aún, debéis buscar a los seres que aún permanecen en las sombras. Aquellos que temen el cambio, que intentarán detener lo que habéis comenzado.

Cael asintió, el viento agitando su capa como si también respondiera a su decisión.

—Lo haremos. No importa lo que cueste.

Lysiane lo miró, su corazón lleno de confianza en él, y en ella misma. Juntos, podrían enfrentar lo que fuera. Y mientras los vientos comenzaban a soplar con más fuerza, la promesa de un nuevo comienzo para el Reino de Liria parecía más cercana que nunca.