AINOA

Al día siguiente, el grupo de las "chicas malas" estaba, como siempre, reunido en las escaleras del patio trasero del colegio, su lugar habitual.

Estaban sentadas en círculo, riéndose entre ellas mientras fumaban a escondidas, como si el mundo girara en torno a su pequeña rebelión. Ainoa, la líder indiscutible del grupo y la más desvergonzada de todas, daba largas caladas a su cigarrillo, exhalando el humo con aire de superioridad. Era la chica que siempre destacaba, con su cabello teñido de un rubio casi blanco y su chaqueta de cuero que nunca se quitaba, incluso en los días más calurosos.

De repente, Ainoa entrecerró los ojos y, desde su posición en lo alto de las escaleras, vio a lo lejos a Paulina y Susana entrando juntas por la puerta del colegio. Rápidamente, alertó a las demás con un codazo sutil.

—Mirad, ahí vienen las santitas —murmuró Ainoa, con una sonrisa sarcástica mientras sus amigas reían con complicidad.

Paulina y Susana caminaban sin darse cuenta de las miradas que les lanzaban desde el otro lado del patio. Iban charlando como siempre, aisladas en su propio mundo, lejos del drama de las "malas chicas". Pero aunque ellas no lo notaran, las otras chicas no les quitaban los ojos de encima.

—¿Sabes qué? Deberíamos ver cuánto les dura eso de ser tan perfectas —añadió Carla, una de las chicas del grupo, con una risita maliciosa.

Ainoa soltó el cigarrillo, aplastándolo con el pie mientras su sonrisa se ensanchaba aún más. —No te preocupes, tarde o temprano, todas caen. Solo hay que darles un empujoncito.

Las chicas malas se miraron entre ellas, riéndose por lo bajo, mientras Ainoa no apartaba la vista de Paulina y Susana, como si ya estuviera tramando algo en su mente.

¡HOLA LECTORES! ¿OS HA GUSTADO EL PERSONAJE DE AINOA? DEJAR UN VOTO PORFA Y COMENTAR. UN ABRAZO.