20. ¿Celos?

Capítulo 20

Emily

Voy saliendo de la Universidad pensando en lo de Sandy.

¿Cómo pudo hacer eso…?

Y es que aún no me cabe en la cabeza ¿Tan descarada puede ser?

Derek no se lo merece.

Veo que son las cuatro de la tarde, aprovecho para pasarme por el trabajo de Luca.

Tal vez ahí lo encuentre, está necesidad de hablar con él es inevitable, que estará pasando por su mente para dejar toda su vida de lado.

Al llegar empujo la puerta de vidrio, me dirijo al mostrador y sólo veo a dos chicos.

– Hola ¿Luca esta? – digo con una media sonrisa. Ambos jóvenes se miran inseguros y uno de ellos se acerca a mí.

– Él renunció hace un par de semanas – habla poniendo sus codos sobre el mueble que está en frente.

Me quedo sorprendida por un momento y luego reacciono de inmediato.

¿Por qué haces todo esto Luca?

– Yo… no lo sabía, pero gracias – exclamo saliendo del local.

Voy a su casa, mis pasos se apresuran por llegar porque ahora más que nunca quiero saber que está pasando con él.

Comprendo que no vaya a la Universidad porque aún no quiere socializar después de lo que había pasado, pero que llegue hasta el punto de dejar su empleo, no lo entiendo.

No lo entiendo y quiero hacerlo, pero él no me deja.

Llego y voy directo a tocar la puerta otra vez fue en vano.

Pero esta vez al mover el picaporte, la puerta se abre, de inmediato entro, pero a simple vista no lo veo.

Me adentro sin cerrar la puerta por si tenga que salir corriendo, nunca sabemos que puede pasar. En las películas de terror nunca hacen eso, al contrario, cierran la puerta y luego ya no saben cómo escapar.

Emily te estas desviando de la situación.

Concéntrate.

El olor a cigarrillo inunda mis fosas nasales.

¿Desde cuándo estará fumando?

Lo escucho bajar.

¿Estoy nerviosa? No veo el porqué de estarlo.

– Yo le aviso cuando esté lista la entrega – exclama, pareciera que está hablando por teléfono.

¿Entrega?

Me quedo en la sala, esperando a que baje de su cuarto.

– No gracias a usted – cuelga el teléfono y en el momento que nota mi presencia se queda inmóvil mirándome con sorpresa.

No da ni un paso más, es como si hubiera visto un fantasma.

¿Tan mal me veo?

– ¿Q-Qué haces aquí? – cuestiona Luca quedándose parado aún inmóvil.

– Vine a verte… – comienzo a hablar, pero antes de continuar una voz femenina me interrumpe, esta se queda unos escalones más arriba, lleva puesta una remera de Luca que deja al descubierto sus muslos.

¡No puedo creerlo!

– ¿Por qué te tardas tanto? – exclama la chica, es algo morena y más alta que Luca. Muy bonita.

Me quedo mirando dicha escena sin poder reaccionar, hasta que me doy cuenta de lo ridícula que debo parecer y me aclaro la garganta para hablar.

– No quería interrumpirlos – espeto, Luca me mira arrugando las cejas.

No te hagas.

Él la agarra del brazo volviendo a subir dirigiéndose ambos a su habitación.

– Vístete y vete – le habla con frialdad a la chica que lo mira confundida, Luca es bipolar, sin duda alguna.

Mientras suben aprovecho el momento para salir.

¿Por qué la trata así? Como si fuera una…

Me da mucha rabia.

Sabía que dejar la puerta medio abierta era buena idea.

– ¡Emily! – escucho a Luca pronunciar mi nombre, pero lo ignoro, ya me encuentro fuera de su casa y él se coloca enfrente de mi cerrándome el paso.

Ni siquiera se molestó en ponerse una playera.

– Esto no es lo que pa… – habla tratando de explicarme, pero yo hago un gesto con ambas manos retrocediendo un poco.

– No tienes que darme explicaciones – exclamo sin expresión alguna.

La verdad si me hubiera gustado escuchar que eso era un malentendido, pero no éramos nada y de igual manera todo lo acontecido causó algo en mí.

Además, no hay modo de que esto sea un malentendido.

El causante de mi preocupación andaba divirtiéndose.

¡Que idiota!

Salgo dirigiéndome a mi hogar, necesito aclarar mis pensamientos y lo más importante mis sentimientos, porque no voy a negar que sentí un poco de…

¿Celos?

¿Qué estoy diciendo?

No.

Claro que no, definitivamente no.

Sólo me sorprendió lo mucho que cambio Luca en tan poco tiempo.