52. Vodka

Capítulo 52

Luca

Vuelvo hacia donde esta Emily con una botella de vodka en mis manos, pero la voz de alguien me interrumpe.

– Hola... – saluda acercándose a mí. – Si viniste – exclamo chocando mis puños con Santos.

– ¿Recuerdas que, te hable de acabar con mi tío? – habla con las manos en los bolsillos, claro que lo recuerdo. 

– ¿Qué hay con eso? – cuestiono esperando una respuesta de su parte. – Hay que hacerlo, yo... debo irme, tu novia ya tiene el sobre y tú ya sabes lo que tienes que hacer – habla con una media sonrisa. – Que no es mi novia – aseguro ignorando el otro tema.

– Pues ya te estas tardando – es lo último que dice para luego perderse hacia la oscura calle que está del otro lado.

Me quedo mirando por donde se fue y recuerdo que deje sola a una Emily ebria.

Me acerco al banco y está perdida en sus pensamientos, ni se da cuenta que estoy aquí observándola. Me siento a su lado esperando a que diga algo, pero no lo hace.

– Traje un poco de Vodka – hablo abriendo la botella.

– Si lo viste ¿Verdad? – menciona sin mirarme. – Esto no es cosa nuestra, mírame – levando su mentón en dirección a mí. – Estará todo bien – aseguro tomando el sobre que tiene en sus manos.

Se quien es su padre, aunque ella no me lo haya dicho y también sé que solo está cuidando su imagen para no salir perjudicado, pero es cómplice de muchas cosas turbias y Santos solo está haciendo lo que siempre debió hacer. Prácticamente lo obligaron a encargarse de cosas que no debía siendo tan joven. Este papel que tengo en mis manos es para el padre de Emily y se lo voy a dar anónimamente, no tiene por qué saber que fui yo, ya que al ver de qué se trata sabrá que Santos lo mandó.

– Vamos a caminar – indico pasándole la botella para que lo beba. – ¿No que ya estaba muy borracha para seguir bebiendo? – cuestiona con una sonrisa de suficiencia.

– Alguien dijo que me dejara llevar y eso es lo que estoy haciendo – hablo recordando lo que había mencionado hace un rato. – Ese alguien tiene razón – exclama llevándose la botella a la boca y al beberlo una lluvia de gestos aparece en su rostro, se muerde el labio inferior y luego carcajea estirando la botella hacia mí.

Saber apreciar los pequeños momentos de la vida es lo que nos causa una felicidad instantánea.

Le doy un sorbo a la bebida amarga que pasa por mi garganta quemando todo a su paso, no recuerdo cuando fue la última vez que me sentí tan bien como ahora. Pero sin dudas es la mejor parte de la noche.

Luego de tomarnos media botella de vodka acompaño a Emily a su casa, claramente el alcohol le pego más a ella que a mí, porque ya estaba borracha cuando la encontré. Yo solo me deje llevar por su energía.

– Dame tus llaves – exclamo en frente de su casa. – No te los voy a dar ¿Para qué quieres mis llaves? – cuestiona dirigiéndose a su puerta. Una vez más se tambalea, ese zapato que tiene no la ayuda. La sostengo nuevamente de la cintura y se me queda viendo un momento.

– ¿Puedo contarte un secreto? – murmura para que solo yo pueda oírlo, en realidad solo estamos nosotros dos en frente de la puerta de su casa.

– Estoy enamorada – susurra mirando al otro lado de la calle, aun la estoy rodeando con mi brazo para que no se haga daño intentando caminar con esos zapatos.

No digo nada ante su confesión, esta borracha y mañana no se acordará de lo que está diciendo ahora. Siempre supe que ha estado enamorada de Derek, pero últimamente hemos convivido más tiempo de lo normal y no quiero que eso cambie, aunque no seamos nada disfruto estar con ella, disfruto de su compañía.

– Lo sé y tú sabes que eso no puede ser – hablo sin pensarlo dos veces, no quiero escucharla decir que está enamorada de alguien más cuando yo siempre lo he estado de ella.

– Eso no es cierto – exclama clavando su mirada en la mía. Siento su respiración muy cerca, no quiero interpretar erróneamente esto que está sucediendo.

Sin desviar mi mirada de la suya levanto levemente su mentón y me acerco a sus labios. Dejo de darle tantas vueltas a la situación y ahora si me dejo llevar por lo que me dice el corazón.