34. Un buen café

Capítulo 35 

Emily

No sabía a quién acudir y necesitaba desahogarme, Erik ha sido un buen amigo todo este tiempo y era al único a quién podía confiarlo todo.

Dudaba de si contarle o no acerca de Luca, acera de Derek, acerca de todo…

“Los viejos tiempos no se olvidan” repito lo que había dicho hace un momento.

¿Qué se supone que quiere decir con eso?

¿Y cómo debo interpretar esa sonrisita al decirlo?

¿Desde cuándo quiere insistir tanto con eso de los viejos tiempos?

Ya no es como era antes y ya no será igual, ni nuestra amistad será tan buena como era, poco a poco eso fue cayendo.

¿Acaso quiere volverme loca?

Si su propósito era eso, lo está logrando.

Luego esta Luca, era tan obvio lo que pasaba con él, conmigo…

¿Qué sucede con todos los chicos últimamente?

– Si no estás segura de decírmelo… no lo hagas, no pasa nada – habla Erikson subiendo a pegar unos banderines de colores.

Me mira por un momento esperando a que hable.

Mientras empezamos a decorar la cafetería que cumple 10 años, le cuento absolutamente todo, ya le había hablado en algún momento de ellos, pero no tan a fondo como lo estaba haciendo ahora.

Le hable desde lo que pasaba entre Sandy y Joshua, hasta lo que había sucedido hoy antes de llegar aquí.

No sé si le interese mis asuntos, pero dijo una vez que podía contar con él para lo que necesite y justo ahora necesito esto, necesito sacar todo esto que tengo atorado.

¡Ahora me aguantas Erikson!

Él es como mi mejor amiga versión hombre…

¡¿Erika?! 

Ni siquiera sé en qué momento Erik dejo lo que estaba haciendo para centrarse en lo que le estaba diciendo, lo único que sé es que, después de contarlo me siento mucho mejor.

Y tampoco sé si ha entendido algo, de lo tan rápido que lo dije todo.

– Ok… déjame procesar todo eso – exclama con los brazos cruzados.

Una sensación de alivio recorre todo mi cuerpo.

– De Sandy no me sorprende nada de lo que estás diciendo – habla entrecerrando los ojos. – Y Derek, se supone que son amigos, pero no sé, hasta a mí me confunde – una sonrisa se dibuja en su rostro.

Ni yo lo entiendo.

 – Y Luca… – suspira antes de hablar. – Yo ya sabía que algo había ahí, no es que quiera darle la razón, pero tus ojitos brillaban cada vez que hablabas de él y la preocupación que tenías por culpa suya, ni mi mama se preocupa tanto – exclama parándose de su lugar.

– No te preocupes tanto, tu misma lo has dicho, no es tu responsabilidad, a menos que… – hace una pausa antes de continuar.

– ¿Qué? – exclamo al ver que no continua.

Así no ayudas Erikson.

Lo único que consigo es confundirme más.

– Abrimos en 5 – habla Maikol refiriéndose a Erik, éste le alza el pulgar y voltea a mirarme.

– Mejor si nos apuramos con esto – exclama señalando algunos trozos de papel tirado por el suelo.

– Esta conversación aún no termina Erikson – hablo sin mirarlo, sé que le molesta que lo llame así.

No protestó por lo como lo llame.

¿Me está ignorando?

– Debo irme ahora – exclamo al recoger toda la basura que quedó en la mesa.

– No puedes irte – afirma con seguridad, volteo a mirarlo enarcando una ceja.

– No sin antes tomar uno de esos cafés que tan bien me salen – habla sonriendo.

– No voy a negarme a eso – respondo sentándome nuevamente. Lo está haciendo por la ayuda que le hice al decorar todo el lugar.

Se va a la cocina y luego de unos minutos viene con dos tazas de unos humeantes cafés.

– Déjame pagar al menos la mitad de lo que va a costar eso – aviso y Erik me interrumpe de inmediato. – No insistas – exclama serio sentándose en frente de mí.

– Aun falta para abrir, así que aprovecha que la casa invita – habla entre risas.

Y que bien se siente poder contar con alguien después de mucho.

Por un momento creí que no volvería a encariñarme con alguien hasta el punto de tenerle tanta confianza. 

No quiero que pase la tarde, sin dudas voy a extrañar mucho a Erikson.