26. Nina

Publicado Originalmente: 15 de agosto de 2021

Les traigo el capítulo 26. Espero que puedan comentar su opinion sobre la historia. Si les esta gustando, lo que opinan. Me encantaria saber si la estan disfrutando. No duden en comentar. 

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“Era algo que había no había olvidado, más no recordaba que estaba muy cerca.”

Fabrizio se quedó atónito al escuchar las palabras de ese hombre que no conocía, que ni siquiera sabía que era tan cercano a Nina.

Su cabeza no paraba de darle vueltas.

«¿De qué engaño estaba hablando?» No pudo evitar pensar. Fue entonces que sin previo aviso recordó el viaje. El beso de Skylier. Paso la mano por su rostro exasperado.

—La cagaste Fabrizio… —dijo en voz baja.

Sabiendo que ahora todo estaba peor que antes. En el pasado una confusión le costó toda su relación y ahora, le estaba costando lo mismo. El sonido de su celular le rompió sus pensamientos. Era una llamada entrante de Martin. Dudo en responder, pero no le quedaba de otra.

—¿No sabes nada de tu novia? El hombre que fue tras ella acaba de entrar hace un rato —dijo. Podía intuir lo que Martin estaba pensando.

—Se donde esta ella... le estoy dando tiempo a bajar. Se que lo hará y me buscará.

—Fabrizio... ¿Qué rayos paso? —preguntó sin tener idea de la situación. Desde su lugar Martin podía ver el caos formado entre los invitados. Para nadie era indiferente el rechazo de Nina a la propuesta de matrimonio.

Todos estaban sorprendidos al igual que él. Porque sabían sobre la larga relación de Nina y Fabrizio. Desconocían como era posible ella lo estuviese rechazando.

—No digas nada. Se que la cague, sé que debí haberle dicho a Nina lo que estaba pasando en mi familia. Debí mencionarle el favor que le estaba haciendo a mi amigo Sander. Debí hablarle sobre los viajes a la isla cerca de Greenville.

»Hay una confusión bien grande y no sé cómo salir de esto.

—Supongo que Nina piensa que esa chica que ayudas y a la que ves los fines de semanas es tu amante —mencionó como un hecho. Escucharlo decirlo lo hacía sentirse aún peor.

—Es más jodido que eso. Nina piensa que la estoy engañando con Jane.

—¿Con Jane? Tú ni siquiera mantienes una amistad con Jane.

—Nina piensa que la engañe en el pasado con Jane. Nunca me dejó explicarle la verdad y cuando regresó conmigo decidí asumir que así serían las cosas.

—Ahora ella piensa que la engañaste por segunda vez cuando realmente nunca lo hiciste —dijo Martin sintiéndose realmente mal por su amigo.

—Le he roto el corazón a la mujer que amo. Conozco a Nina, no me perdonara.

—Las cosas no pueden seguir así —le dijo su amigo observando como Alexa lo escudriñaba con la mirada—. No te juzgo por ocultarlo. Sé que realmente la amas. Y que todo lo que estás haciendo por Skyler es para ayudarla.

Fabrizio apretó el celular. Cerró los ojos y se forzó en asimilar todo. Sacudió la cabeza deseando huir de toda esa mierda.

—No sigas... yo realmente no sé qué hacer.

—Eres mi mejor amigo, mi mejor empleado y es por eso por lo que te digo que debes realmente pensar y asumir lo que tu deseas. No lo que desean los demás.

La llamada terminó y Fabrizio sabía que Martin tenía aún más razón que antes. Ya no podía seguir cometiendo errores. No esa noche, no con ella. Era momento de poner en orden su cabeza, sus sentimientos y corazón.

Aunque eso lo terminara de destrozar.

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Fabrizio la observó a la distancia. Cuando decidió buscarla por su cuenta se imaginó los distintos escenarios. Desde encontrarla en el elevador o tropezar con ella apropósito. Nina se encontraba sentada en un banco que tenía la vista al mar. Rodeada de arbustos con flores coloridas.

 Su mirada estaba perdida entre tantos pensamientos. A esas alturas le había dicho al Sr. Evans que no la esperara de vuelta. Que en esos momentos no regresaría a lidiar con todos los invitados. Le aseguró que estaría bien y realmente esperaba cumplir al menos esa promesa.

Se acercó despacio sin hacer mucho ruido. Cuidando en su mente lo que haría. Sin embargo, todo quedo de lado cuando sin previo aviso Nina giró su rostro hacía él. Sus miradas se encontraron y él se preparó para los balazos. Esos nunca llegaron. No se atrevió a dar más pasos. Lo último que quería era incomodarla y hacerla sentir peor.

Esos ojos aguamarina estaban apagados, sin luz a su alrededor y se sintió aún más miserable que antes. ¿Como lo resolvería? ¿Como le haría ver la realidad? ¿Como lo perdonaría? Fabrizio estaba consciente de esas respuestas.

Nina respiró hondo y se acomodó aún más en el banco. Todo bajo su atenta mirada.

—No quiero tus disculpas. Tampoco quiero los testamentos de justificación. Ahora mismo quien hará las preguntas seré yo y tú te limitaras a responderlas. Así de sencillo —dijo de forma cortante. Cruzándose de brazos y manteniendo su vista sobre él.

Fabrizio respiró hondo sin estar preparado a esa avalancha. No solía estar en esa situación. Probablemente nunca había estado en esa situación donde era ella la que llevaba el mando. Asintió porque era lo justo y porque necesitaban hablar. Aun si no estaban preparados.