CAPÍTULO 15

Capítulo 15:

Una historia más

STEPHANIE

Un suspiro se escapa de mis labios al esperar y esperar a Ric. No entiendo qué es lo que está buscando y eso me está haciendo enojar más de lo que podría haber imaginado alguna vez. ¿Cómo es posible que un ser humano se pueda enojar de este modo sin llegar a ser una criatura sobrenatural? Seguramente, esto me sucede por ser hija de seres sobrenaturales y estar en contacto con ese mundo desde el inicio de mi vida. Bueno, ahora que lo pienso, sin duda, todo esto tiene mucho más sentido de lo que me había imaginado cuando me hice la pregunta.

—¿Vas a revisar las cosas de Hope toda la noche o vas a comenzar a contarme la historia que tanto estoy esperando? —pregunto cansada y dudando de que Ric vaya a decirme algo.

La mirada de él me deja en claro que está un poco enojado por mis palabras.

—¿Qué quieres saber? —Suspira dejando los libros de Hope.

—Bueno, Elijah dijo que su padre era terrateniente en Europa, ¿así que cómo ellos terminaron aquí? —pregunto preocupada.

—Los padres de los Mikaelson acababan de formar una familia cuando una plaga azotó sus tierras —empieza hablar—. Perdieron un hijo por esa causa. Así que quisieron escapar y proteger a su futura familia del mismo destino.

—¿Y cómo terminaron aquí? Esta parte del mundo no había sido descubierta aún.

—No por alguien de los libros de historia —se burla—. Pero su madre, Esther, conocía a la bruja: Ayana, quien escuchó de los espíritus sobre una tierra mística, donde todos eran saludables… Bendecidos por los dones de la velocidad y la fuerza.

>>Eso guió a la familia Mikaelson aquí, donde vivieron ante todas esas personas.

—¿Los hombres lobo?

—Para ellos, solo eran sus vecinos —le responde—. Su familia vivió en paz con ellos por más de veinte años, tiempo durante el cual su familia tuvo más hijos.

—Lo haces sonar normal —murmuro sentándome en la cama de Lizzie.

Las chicas llegan a la casa y observan todo, así que deciden unirse. Josie sonríe y Lizzie me mira con seriedad.

—Lo fue —murmura Josie antes de tomar mi mano para mostrarme las imágenes que en algún momento alguien le había mostrado a ella.

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Veo a Rebekah mirar el collar que Stefan le regaló a mamá colgado frente a la ventana junto con otros collares. Cuando lo toca, su mano se quema.

—Ayana, me quemaste —acusa a una mujer.

—No es tuyo para que lo toques —la regaña.

—¡¡Madre!! —se escuchan gritos desde afuera.

—Ese es Niklaus —dice Rebekah asustada antes de salir de la casa y encontrarse con Klaus y un chico muerto en brazos—. ¡Henrik!

—¡Madre! —vuelve a gritar Klaus desesperado.

—¡No! ¡No! —grita una mujer corriendo hacia Henrik—. ¡¿Qué pasó?! —le grita a Klaus.

—Los lobos —solloza.

Miro a Elijah acercarse a sus hermanos.

>>Lo siento mucho, en verdad, lo siento.

—Debemos hacer algo —le pide la mujer a Ayana—. Por favor, debe haber una forma.

—Los espíritus no nos darán una forma, Esther —dice Ayana tocando la mejilla de Henrik, despidiéndose del joven—. Tu muchacho se ha ido.

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—Y ese fue el principio del final de la paz con sus vecinos —dice Josie soltando mi mano con cuidado—. Y uno de los últimos momentos de la familia Mikaelson como humanos.

Siento su tristeza y algo dentro de mí se remueve. Sé lo que se siente perder a alguien que quieres. Y más el de no poder hacer nada por salvarlos.

—Lo siento —murmuro, y ella aparta la vista para seguir mirando entre las cosas de Hope. No sé lo que busca y parece que ella tampoco—. No tienes que sentirlo. Hope sufrió, pero… Los Mikaelson… —Hace una mueca con sus labios y luego mira a Lizzie.

Mi teléfono vibra y contesto al ver que es Mica.

—Hola —murmuro y puedo escuchar música alta de fondo.

—¡Hola! —Mica grita sobre la música.

—¿Dónde estás? —le pregunto preocupada.

Se supone que ella tenía que estar buscando ayuda como todas nosotras, pero no. Parece que está en una tonta fiesta.

—No tengo idea, pero estoy segura de que estoy muy bien vestida —me responde con seriedad—. ¿Todavía de pie?

—Sí, estoy bien. Pero ahora no puedo hablar —respondo.

Debería confiar más en mí y en mi habilidad de cuidarme sola.

—"Estaré en el bar". —Escucho una voz de fondo y sé perfectamente quien es.

—¿Soltaste a Eli? —pregunto sin creerlo.

—Sí, como que me salí un poco del guion, pero no te preocupes. Sé lo que estoy haciendo con ella —me asegura—. Elizabeth apagó su humanidad, pero la traeré de regreso. Tú, Lizzie y Josie preocúpense por Hope y los Mikaelson.

—Gonzalo y Lauta van a matarte cuando se enteren —le advierto.

—Lo tengo todo controlado, Step —me asegura antes de colgar.

Guardo mi teléfono y volteo a ver a Josie.

—¿Seguimos? —le pido, y ella asiente.

—El collar que Stefan le dió a tu mamá no era un regalo. Pertenecía a la bruja original.