CAPÍTULO 28

Capítulo 28:

                                                                               La lista     

STEPHANIE

Alzo ambas cejas esperando que alguien me responda la única pregunta que he hecho hasta ahora. Hace minutos que he llegado y solo he tenido preguntas de todos, así que ahora que he decidido hacer una, lo único que espero es tener una respuesta.

—Eso no es lo importante —gruñe Josie caminando hacia mí—. ¡Lo importante es que tú y Elizabeth arruinaron nuestra oportunidad de matar a los Ancestros y acabar con todo esto!

Miro a Josie y luego hago una mueca con mis labios.

—¿Por qué lo hicieron, cariño? —me pregunta mamá.

—No era el momento —le aseguro—. Encontraremos otra forma.

—No la hay —gruñe Josie a escasos centímetros de mi rostro—. Mataste la única forma que teníamos para acabar con los Ancestros. Lo has arruinado y ahora te toca sufrir las consecuencias.

Se aleja de mí y sale de mi casa cerrando la puerta con fuerza.

Mamá pasa a mi lado al escuchar a los pequeños llorar y se encierra en su habitación.

Ahora todos me han dejado sola por hacer lo correcto. Sé que esto era lo correcto, debíamos matar a Mikael, después de todo, él debería haber caído en el hechizo de los Ancestros, pero no sucedió y no lo comprendo. ¿Por qué Mikael no se durmió como sus hijos? ¿Acaso Esther también estará viva? Lo mejor ahora es no responder esa pregunta y hacer todo lo que pueda para conseguir respuestas. No hay más tiempo que perder.

Debo conseguir el modo de ir a buscar a los Ancestros sin necesidad de morir. Lizzie y Josie tienen que ayudarme, pero sé que Josie está enfadada conmigo, así que puede que no me quiera ayudar. Sin embargo, sé que Lizzie y Micaela podrán hacer un gran trabajo juntas, ¿o estoy alucinando? ¿Les estoy poniendo mucha presión sobre sus hombros? La verdad es que sí, lo estoy haciendo, mientras que yo solo pienso en planes… Son ellas las que tienen que llevarlos a cabo, ya que yo solo soy un simple mundano. Me gustaría tener la fuerza que ellas para hacer lo que sea.

—Algo se me ocurrirá —susurro mirando por la ventana—. Debo hacer lo de la lista de Freya y si no funciona, el otro papel tendrá la respuesta.

Ya no hay otra forma ni solución. Esos papeles tienen la respuesta y nunca he querido verlo hasta ahora.