CAPÍTULO 57

Capítulo 57:

No quiero que mi hija muera

ELENA GILBERT

Observo desde lo alto de la iglesia a las chicas regresar con Ric antes de que Micaela les asegure que ya están a salvo. Sin emabargo, siento que mi hija ha hecho un gran trabajo. Lo que no me ha gustado es el hecho de que ahora ella esté muerta, pero sé que con sangre de Kol va a estar bien y nada malo le ocurrirá.

—¿Has venido a echar un último vistazo? —me pregunta Kol al llegar hasta mí.

Lo miro desde mi lugar con el ceño fruncido.

—Este lugar... esta cuidad... mucha tragedia ha ocurrido aquí. Hay mucho resentimiento. No me agradas y eso lo sabes, después de todo lo que pasó, aunque mi hija te ama y eso es lo único que me obliga a no matarte de nuevo. —Miro a mi alrededor antes de observar el templo—. Mi hija es todo lo que está bien en este lugar. Ella está dando su vida para salvar a ustedes de nuevo. ¿Y qué es lo que hacen ustedes por ella? —pregunto furiosa—. ¡De nuevo la sacrifican!

Kol se tensa al escuchar lo que sale de mis labios.

—¿Setephanie... ella está bien? —me pregunta y en verdad veo el interés en sus ojos.

Creí que él sabía lo que mi hija acaba de hacer. No entiendo nada.

—Creo que todos estos años es la persona que más ha sufrido de todos nosotros y no lo merecía... Y todo lo que hace es para buscar un poco de paz después de tanto dolor —le respondo y él asiente. Camino a la salida, pero antes me detengo a su lado—. Después de todo lo que ha pasado, la cuidad es tuya. Espero que te traiga paz... Adiós, Kol.

Sigo caminando, pero su voz me detiene.

—Haz una cosa por mí —me pide con seriedad—. Diles a tus hijos que no tiene que temerme… Nunca tuvieron que hacerlo.

Asiento antes de salir de la iglesia.

Necesito saber que Step está bien.

Damon me mira fijamente antes de tomar la botella de nuevo y darme esa mirada que me hace saber que esta a punto de decir.

—¿Qué hay sobre nuestra hija, cariño? —me pregunta, y yo decido solo decir la verdad.

—Es más fácil estar molesto, no obtener respuestas o no querer razonar —le explico con seriedad—. Porque si dejo de estar molesta... Entonces, la querré a mi lado, la buscaré y haré todo lo que está en mi poder para tenerla de vuelta conmigo porque sé que es donde debe de estar... —Saco mi anillo de bodas y él lo mira fijamente—. Es parte de nuestra familia... lo ha sido desde hace mucho antes que esto. —Sostengo la argolla con fuerza—. Nuestra hija se ha sacrificado, Damon…

—Cariño...

—No. —Niego más de una vez sin querer escuchar lo que tiene que decir—. Porque después de estos años le debo esto... Tiempo. —Respiro hondo—. Porque apesar de lo que yo quiero o lo que es correcto para mí… no creo que sea lo que ella necesita o quiera ahora mismo. Jamás comeprendí ese sentimiento que ella tiene por Kol, pero lo ama y no puedo cambiar eso.

Damon frunce el entrecejo furioso y niega más de una vez sin querer creer lo que le estoy diciendo. Suelta un grito con todas sus fuerzas y lanza la botella contra la pared.